
En un movimiento histórico y estratégico en el mercado de combustibles, el Grupo Romero anunció la venta del 80% de su participación en Primax al conglomerado centroamericano UNO Corp. El acuerdo incluye también la transferencia de la totalidad de las operaciones en Colombia, en una transacción que —según las empresas— busca impulsar el crecimiento sostenible y la expansión regional de la marca.
La alianza estratégica, firmada el 13 de agosto de 2025 a través de Grupo Romero Investment Office (GRIO), otorgará a UNO Corp el liderazgo de las operaciones de Primax en Perú y Ecuador, además de incorporar su negocio colombiano. El Grupo Romero mantendrá el 20% de participación en Perú y Ecuador, lo que le permitirá conservar una posición minoritaria con voz en la estrategia.
Según el comunicado oficial, la operación está sujeta al cumplimiento de las condiciones precedentes habituales en este tipo de transacciones, por lo que el cierre definitivo se concretará tras su verificación. J.P. Morgan y Deutsche Bank actuaron como asesores financieros de GRIO, mientras que Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom LLP fue su asesor legal. Del lado de UNO Corp, el asesoramiento financiero estuvo a cargo de Santander, y Holland & Knight LLP asumió la asesoría legal.
De los rumores a la confirmación
En marzo, circularon reportes no confirmados de que la petrolera saudí Aramco había adquirido Primax. Sin embargo, el anuncio de ayer despeja el panorama: la compañía pasará a manos de UNO Corp, que con esta compra afianza su presencia en Sudamérica.
Primax cuenta con más de 2,100 estaciones de servicio en Perú, Ecuador y Colombia, y maneja la marca de tiendas de conveniencia LiSTO!, con más de 180 locales en Perú y 80 en Ecuador.
Con esta operación, UNO Corp sumará un portafolio robusto a su ya extensa red de aproximadamente 1,900 estaciones en Centroamérica, Panamá y Colombia, bajo marcas como UNO, Shell (en Guatemala y Colombia) y Biomax. También reforzará su negocio de tiendas Pronto y Select, que ya suman unas 300 en la región.

Un movimiento tras la compra de Terpel
El cierre de esta negociación se produce pocas semanas después de que Primax culminara la compra de las operaciones de Terpel en Perú y Ecuador por US$ 64 millones, una adquisición aprobada por Indecopi el 30 de julio con condiciones: la desinversión en cuatro estaciones clave en Lima para evitar concentración excesiva en el mercado. La compra de Terpel permitió a Primax sumar 140 estaciones y 41 tiendas de conveniencia a su red.
Fuentes cercanas al proceso señalan que el Grupo Romero esperó la integración de Terpel para concretar la venta mayoritaria de Primax, en el marco de un proceso de reestructuración interna y relevo generacional. Dionisio Romero, histórico líder del conglomerado, ha cedido el testigo a Manuel Romero Valdez, miembro de la quinta generación familiar.
Objetivo: transición energética y sinergias
Grupo Romero y UNO Corp destacan que la operación no solo es financiera, sino también estratégica. Ambas corporaciones comparten la meta de liderar la transición hacia soluciones energéticas diversificadas en Latinoamérica, optimizar procesos y ofrecer servicios más competitivos.
Con tres décadas de experiencia, UNO Corp ha desarrollado negocios que abarcan importación, almacenamiento, transporte, distribución y comercialización de derivados del petróleo, además de incursionar en aviación, lubricantes y bitumen.
El ingreso a Perú y Ecuador, con la marca Primax, le permitirá ampliar su influencia hacia el Pacífico sur y reforzar su posición como uno de los principales jugadores del sector en la región.
Contexto de prosperidad para Grupo Romero y Primax
La transacción responde a una combinación de factores estratégicos y de mercado que hacen de Perú y Ecuador destinos atractivos. En primer lugar, ambos países presentan perspectivas de crecimiento económico por encima del promedio latinoamericano —con Perú proyectando cerca de 3% en 2025 frente al rango regional de 2.0% a 2.3%, y con Ecuador en fase de recuperación— lo que ofrece un escenario favorable para expandir operaciones.
A lo anterior se suma que la incorporación de Primax permite a UNO pasar de ocho a diez mercados, incrementando su escala y, con ella, la capacidad de negociar mejores precios, optimizar el transporte y consolidar su marca en un mercado más amplio.
Otro elemento clave es la fortaleza de la marca y la compatibilidad tecnológica: Primax distribuye lubricantes Shell en Perú y Ecuador, un negocio que UNO ya conoce y opera en otros países, lo que facilita la integración y garantiza la confianza de los clientes. Además, Perú ofrece un marco regulatorio que no discrimina entre inversionistas nacionales y extranjeros y permite la libre repatriación de utilidades, lo que disminuye riesgos para la inversión.
Finalmente, UNO era el comprador lógico porque controla toda la cadena de valor —desde la importación y almacenamiento hasta la venta al consumidor— y con Primax incrementa su poder de compra, maximizando el uso de su infraestructura regional.
Lo que viene
La transacción podría cerrarse en los próximos meses, una vez cumplidas las condiciones regulatorias y contractuales. La atención estará puesta en la integración operativa y en cómo UNO Corp gestionará la marca Primax en su nuevo esquema de propiedad mayoritaria.
De concretarse sin obstáculos, la venta marcará una de las operaciones corporativas más relevantes del año en el sector energético latinoamericano, con implicancias no solo para el mercado de combustibles, sino también para la estrategia de internacionalización de dos de los conglomerados más influyentes del continente.