Por Renzo Rojas

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La amplia biodiversidad del país viene siendo amenazada por la deforestación, incendios forestales, expansión agrícola y pecuaria (ganadería), entre otras que han afectado de sobremanera no solo los ecosistemas, sino también a las comunidades.

Entre sus consecuencias, podemos mencionar que entre el 2001 y 2023 el país perdió 4,08 megahectáreas (Mha) de cobertura forestal, de acuerdo a estadísticas del Global Forest Wacht. Además, ha significado esto un equivalente de 2.55 gigatoneladas (Gt) de emisiones de CO₂ que se han dejado de capturar.

Wily Palomino, gerente del Programa Selva Sur de Conservación Internacional Perú, menciona otros problemas que ponen en riesgo la riqueza en flora, fauna y ecosistemas del país: minería ilegal, infraestructura vial (transportes), sobreexplotación de especies (pesca), comercio ilegal (tráfico de especies), especies invasoras, contaminación ambiental y, por supuesto, el cambio climático.

Ante este escenario, una de las maneras fundamentales de proteger a la biodiversidad, así como implementar una gestión sostenible de los recursos, es involucrar a las comunidades locales y los pueblos indígenas con un aprovechamiento sostenible de los bosques; un sistema social ecológico en equilibrio que ha persistido por mucho tiempo.

Wily Palomino – Gerente del Programa Selva Sur de Conservación Internacional Perú

Para Percy Summers, director sénior de Ciencia y Desarrollo de Conservación Internacional Perú, en este escenario, el problema radica cuando entra el mercado a demandar cantidades excesivas de productos.

“Caucho, castaña, animales de caza, pieles de jaguar, de lobo de río, por ejemplo, y comienzan a crear incentivos que promueven la depredación de recursos por parte de las comunidades que antes manejaban o cuidaban: así se rompe el equilibrio y el ecosistema comienza a colapsar”, detalla.

Sin embargo, añade que muchos de estos recursos pueden ser manejados sosteniblemente. Justamente, el reto radica en cómo crear las reglas y condiciones para regresar a un sistema de aprovechamiento en equilibrio y balance.

“Eso es totalmente viable solo que los incentivos y mecanismos no están ahí aún. Los cuellos de botella para poder competir con una extracción informal son complicados, pues es más fácil cortar simplemente la palmera de aguaje que trepar y cortar los frutos manteniendo el árbol en pie”, señala.

Percy Summers – Director sénior de Ciencia y Desarrollo de Conservación Internacional Perú

Percy Summers indica que es necesario trabajar en crear y mantener esos incentivos. Asimismo, los mismos mercados deben trabajar en ayudar a mantenerlos cuando exigen productos que vienen de bosques manejados. “Tenemos entonces por un lado la parte política de crear las condiciones y por otra el mercado, educando al consumidor y creando las condiciones para que el intermediario también exiga que esas condiciones se cumplan. Los retos son grandes y hay muchos cuellos de botella por resolver”, dice.

Llevar a cabo un aprovechamiento sostenible es posible y muy beneficioso. Palomino detalla que existen oportunidades con múltiples cadenas con la riqueza que presentan los territorios. Por ejemplo, vainilla, pitahaya, acuicultura, palo rosa, chambira, entre otros.

“Pero cada cadena es un mundo. Tampoco es fácil ir creando las capacidades, y el conocimiento para que eso se maneje sosteniblemente. Hay bastante que aprender de las comunidades locales aunque a veces queremos llegar con recetas de afuera, y por otro lado, están las tecnologías que nos deberían ayudar a resolver esos cuellos de botella”, finaliza.







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