Luis Alberto Vásquez, director de comunicación y relaciones institucionales de REPSOL en Perú, destaca el compromiso de la compañía con la descarbonización desde sus operaciones e inversiones con un enfoque sostenible. Algunos resultados se concretan en la reducción de emisiones de CO2 en Refinería La Pampilla, por ejemplo.

Por Stakeholders

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¿Qué retos identifican para REPSOL dentro de un contexto global de lucha contra el cambio climático?

La transición energética es uno de los más grandes retos a los que nos enfrentamos, es complejo y necesitará del trabajo en conjunto de todos. Como empresa del sector energético, los retos son varios, sin embargo, destacaría tres. 

Es claro que tenemos que descarbonizar lo más rápido posible, no solo haciendo que nuestras operaciones sean más eficientes y menos contaminantes, sino que debemos ofrecer fuentes de energía con menor huella de carbono. Pero la descarbonización va acompañada de un segundo reto que es seguir suministrando la energía de forma continua para la sociedad. Con una demanda creciente, la necesidad de mantener el suministro sin interrupciones se incrementa y necesitará inversión y proyectos que involucren a todas las tecnologías energéticas, de bajas emisiones. 

¿En qué consiste el último desafío en todo este panorama?

El tercer reto es hacerlo de forma costo-eficiente, con inversiones y costos que nos permitan mantener una oferta de energía accesible, a un precio justo: las soluciones planteadas e implementadas no impliquen un incremento en el costo para la población ni para las industrias. Recordemos que al final repercuten en la sociedad, así sean asumidos por privados o por Estados (exoneraciones, subsidios, etc.). 

Es fundamental que todos los miembros de la sociedad tengan acceso a una energía accesible y garantizada. De esto depende el desarrollo económico y, por lo tanto, la reducción de la pobreza. La pobreza es el peor enemigo del medioambiente. 

En esa línea, ¿qué enfoque tiene la estrategia de sostenibilidad de REPSOL al respecto?

REPSOL tiene una estrategia clara de sostenibilidad, que está basada en seis ejes: Cambio Climático, Medio Ambiente, Innovación & Tecnología, Personas, Operación Segura y Ética & Transparencia.

Sobre el Cambio Climático, nuestro objetivo es, mientras mantenemos el suministro energético para las necesidades presentes y futuras, ser una compañía de cero emisiones netas para el año 2050. Fuimos la primera empresa del sector a nivel mundial en asumir dicho compromiso. 

¿Qué ejes particularmente han establecido para cumplir con esta meta de cero emisiones al 2050?

Las palancas que tenemos para lograrlo son excelencia operativa en todas nuestras actividades para reducir los gases de efecto invernadero, aplicando innovación y acciones de eficiencia energética para reducir emisiones de CO2, metano, entre otros. La segunda palanca es la generación de energía renovable. Ya estamos participando a nivel mundial de importantes proyectos de generación renovable. 

La siguiente palanca es la producción de nuevos combustibles renovables, de alternativas eficientes y accesibles, como los combustibles 100 % renovables, diésel, biogás o hidrógeno de bajas emisiones. Y la última palanca es la captura, uso y almacenaje de CO2, que calza dentro de nuestra política de Economía Circular, en la que trabajamos por ser un vector importante en la descarbonización. 

“La descarbonización va acompañada de un segundo reto que es seguir suministrando la energía de forma continua para la sociedad”.

¿Qué impacto en concreto han obtenido algunas de las iniciativas de descarbonización en la compañía?

En REPSOL, las iniciativas de contribución contra el cambio climático ya están marcando nuestra estrategia global de compañía. Hoy, se está destinando más de la tercera parte de su capex en iniciativas de bajas emisiones.  

En el caso del Perú, las inversiones de medioambiente y reducción de emisiones también se están priorizando en todos los negocios que tenemos aquí. Si consideramos el periodo 2017 al 2024, la refinería de REPSOL, Refinería La Pampilla, ha reducido las emisiones de CO2 en 189 000 toneladas al año gracias a diversas inversiones en digitalización, innovación continua y en eficiencia operativa. Esta disminución equivale a las emisiones de más de 120 000 autos al año, y para los siguientes periodos mantenemos un plan inversor destinado en obtener más reducción. 

¿En qué otras implementaciones las inversiones han resultado de gran beneficio para la sostenibilidad ambiental? 

Las inversiones hechas desde la década pasada hasta la reciente ampliación de la planta de producción de gasolina de bajo azufre del año pasado muestran el compromiso de la compañía en inversiones de alto monto con el objetivo claro de mejorar la calidad del aire en el país.

Es nuestra red de estaciones de servicio, el año pasado implementamos la primera electrolinera, con tecnología de punta. Como suministradores energéticos, somos conscientes de que debemos brindar la diversidad de fuentes energéticas que la sociedad demande. También hago notar que el aditivo que incorporamos a las gasolinas y el diésel que vendemos en los grifos ha sido elaborado por y para nosotros, y tiene entre sus propiedades proveer mayor durabilidad y eficiencia, es decir, un beneficio medioambiental. Hemos implementado paneles solares en estaciones de servicio y venimos continuamente evaluando otras medidas de eficiencia energética, tanto en grifos como en nuestras tiendas de conveniencia.

¿En qué tipos de organizaciones ven la oportunidad de potenciar las iniciativas de REPSOL?

Como dije al comienzo, es necesaria la participación de todos los agentes de la sociedad y, convencidos de ello, tenemos relaciones con diversas instituciones de todos los sectores.

En primer lugar, con nuestros proveedores y clientes, promovemos las acciones conjuntas que se pueden hacer con ellos en cuanto a ganar eficiencia operativa y energética. Otro stakeholders importante es la academia. Tenemos convenios con diversas universidades, con las cuales alentamos la innovación y la generación de start-ups. Destaco la asociación que tenemos con el MIT Tecnological Review, como patrocinadores del concurso de innovación más importante para jóvenes de la región. Decenas de iniciativas innovadoras han salido de allí, de las cuales algunas las hemos visto como potenciales implementaciones en nuestras operaciones. 

“La sostenibilidad debe estar entre los principales objetivos de todas las compañías”. 

De alcance nacional, ¿qué alianza destaca para contribuir en aspectos como la economía circular?

Otro aliado es la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), con quienes estamos promoviendo y financiando dos proyectos para la limpieza del Río Chillón, y el reúso de plásticos y residuos. Por otro lado, también tenemos acuerdos con San Marcos, la UNI, que nos han permitido el intercambio de ideas y propuestas. También están los gremios a los que pertenecemos, las autoridades en general y, lo más importante, la coordinación con las comunidades con las que convivimos. 

Hasta la fecha, ¿qué análisis hacen de los resultados que han obtenido con las ejecuciones de proyectos desde la estrategia de sostenibilidad?

Han sido alentadores en todos los negocios que tenemos en el Perú. Tenemos la reducción de emisiones conseguida por la refinería en los últimos siete años, ya comentada. Pero quiero destacar otro proyecto que tenemos en nuestras operaciones de upstream en el lote 57 en Cusco. Tenemos un proyecto ya implementado que tiene la participación de las autoridades locales, de las dirigentes de la sociedad civil y de las comunidades. 

Hemos implementado el Plan de Mitigación, Monitoreo y Remediación de impactos a los Derechos Humanos, en el que formamos a representantes de las comunidades para ser líderes en sostenibilidad ambiental. Este proyecto va más allá de una formación: queremos que nos ayuden a identificar posibles impactos actuales y potenciales en las comunidades de influencia directa de nuestra operación. De esta manera, potenciamos su autonomía y sus capacidades y fortalecemos la relación entre la compañía y su entorno.

En su consideración, ¿en qué aspecto se necesita mayor ahínco para conseguir que la sostenibilidad sea un diferencial no solo de algunas industrias?

La sostenibilidad debe estar entre los principales objetivos de todas las compañías. Existen varias empresas, como REPSOL, que ya lo tenemos considerado, pero creo que es necesario poner el ojo a un sector de la economía, el informal, o mejor dicho ilegal, que lamentablemente existe y de forma importante. No se le supervisa ni sanciona ni exige nada en cuanto a sostenibilidad. Debemos crear las condiciones para que la formalización se implemente de forma inmediata y eliminar de esta manera la ilegalidad. No es un tema solo de impuestos. Es que existe una afectación muy negativa al medioambiente y a todo lo que tiene que ver con derechos humanos.

La transición energética es un factor clave. ¿Cómo ve esta transformación en favor de la reducción de emisiones contaminantes?

Es importante destacar que el Perú ya tiene una fuente energética de bajas emisiones. Tenemos uno de los índices de nocividad en generación eléctrica más bajos de la región gracias a fuentes como la hidráulica y el gas natural. Sin descuidar todas las acciones que las empresas hacemos y podemos hacer para disminuir emisiones como país, hay que enfocarse en donde está el gran problema. 

En el caso peruano, la fuente principal de emisiones es la tala, la deforestación y la conversión de bosques a uso agrícola, en gran parte por la actividad ilegal que existe. El gran porcentaje de emisiones provienen de estas fuentes. Dicho esto, el compromiso es de todos y todos en nuestro ámbito debemos ejecutar proyectos y planes que ayuden a reducir emisiones.  

¿En qué otros tipos de programas han decidido apostar para hacer escalable el impacto positivo en el desarrollo sostenible?

Como aliados de los programas que estamos ejecutando, están las diversas instituciones que he mencionado a lo largo de esta entrevista. Preciso señalar que nuestra estrategia en sostenibilidad y cambio climático se enmarca en los compromisos de la Agenda de París. Somos miembros activos del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y del Comité Ejecutivo de IPIECA y estamos totalmente comprometidos con la Agenda 2030. 

En cuanto a los programas en el Perú, adicionalmente a las iniciativas mencionadas, tenemos otros como el apoyo para la conservación de los humedales de Ventanilla, que trabajamos desde hace años con la ONG Instituto de la Ecoeficiencia, Desarrollo, Educación y Solidaridad, y coordinamos con los Gobiernos locales. También colaboramos con varios gremios a los que pertenecemos en programas tanto de debida diligencia de derechos humanos como de economía circular. 

Para finalizar, ¿qué llamado haría al sector privado para comprometerse frente al cambio climático o la protección de la biodiversidad?

El llamado lo haría no solo al sector privado sino, debido a la complejidad del problema, a todos, pues en las soluciones debemos participar autoridades, comunidades, gremios y la sociedad en general. Las soluciones deben ser innovadoras, sostenibles en el tiempo y costo-eficientes. 

Es necesario tomar acción en cuanto a la sostenibilidad y cambio climático. De esto depende nuestra sobrevivencia y el desarrollo socioeconómico del Perú, siempre cuidando que las soluciones que propongamos no impliquen limitar el crecimiento. La sociedad es la que compra nuestros bienes y servicios, la que nos permite realizar nuestras actividades en un entorno seguro y la que nos permitirá proyectarnos a futuro cuidando de nuestro medioambiente, biodiversidad y de todas las personas. 







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