La ciudad de Arequipa fue nuevamente sede de CADE Ejecutivos 2024, evento que, entre el 26 y el 28 de noviembre, reunió a destacados líderes empresariales, académicos, representantes de la sociedad civil y autoridades para abordar los desafíos más urgentes del Perú y trazar un camino hacia un futuro mejor. La pregunta central fue tan ambiciosa como esencial: ¿Cómo reconstruir el país y crear un mejor futuro para todos los peruanos?
Con una mirada hacia el largo plazo, el foro exploró temas clave que, si se abordan adecuadamente, podrían transformar las perspectivas del país. Estas son las principales conclusiones que dejó el evento.
- Desafíos de gobernabilidad y desarrollo en el contexto regonal: El Perú enfrenta debilitamiento institucional, estancamiento económico y creciente pobreza, agravados por la desconfianza política y la inseguridad creciente. Aunque la economía es estable, la inestabilidad política y la pobreza crecen. En América Latina, la región más estable en tiempos de paz, persisten altos niveles de criminalidad y desigualdad, lo que exige liderazgo, fortalecer las instituciones y promover la integración regional.
- Megatendencias y oportunidades de Futuro: Las industrias del futuro, como el e-commerce, biotecnología industrial, inteligencia artificial y vehículos eléctricos, son claves para el crecimiento económico y el cierre de brechas en América Latina. Estas áreas podrían generar ingresos globales de hasta US$48 trillones para 2040, lo que representa una oportunidad significativa para el país.
- Visión compartida y accionable de futuro: Para recuperar el crecimiento sostenible y la prosperidad, el Perú necesita construir una visión basada en tres pilares: las oportunidades globales, el potencial del país y sus valores culturales. Con reformas urgentes en política, justicia, infraestructura, salud y educación, es posible alcanzar un crecimiento superior al 5% y un PBI per cápita comparable al de países desarrollados para 2044, superando la pérdida de confianza y la desaceleración económica.
- Acciones para la reconstrucción del futuro: El crecimiento económico sostenible es la base para reducir la pobreza y alcanzar niveles óptimos de prosperidad. Es necesario aprovechar los recursos naturales, la ubicación geográfica y el potencial de sectores clave como la agricultura, la energia y la minería. Para ello, el país debe resolver problemas críticos como la infraestructura, el capital humano, la formalidad, la seguridad pública, la reforma política y la reforma del sistema de justicia.
- Macroeconomía y crecimiento Sostenido: La inflación está controlada, pero el crecimiento económico sigue siendo mediocre. Para mejorar, son necesarias reformas estructurales en capital humano, tributación y servicio civil, además de reducir el déficit fiscal y controlar el gasto público.
- Inversión privada y Estado: El sector privado, con las Cámaras de Comercio regionales como protagonistas, es clave para el crecimiento, pero enfrenta desafíos: inestabilidad política, inseguridad y corrupción. El gobierno debe promover la competitividad, facilitar el acceso a la OCDE, impulsar la inversión en infraestructura y simplificar regulaciones, fomentando la colaboración público-privada.
- Inseguridad y Formalización: En seguridad, empresarios y trabajadores proponen modificar la ley de flagrancia, fortalecer la inteligencia policial, fomentar la colaboración público-privada, y mejorar la coordinación entre autoridades. Además, se destacó la urgencia de la formalización laboral para fortalecer la economía y crear empleos de calidad. Se propuso un «Combo Formalizador», que reforma las normativas laborales y tributarias, con un régimen progresivo de salarios, acceso a Essalud y simplificación tributaria para fomentar el crecimiento económico y desarrollo empresarial.
- Meritocracia y Gestión Pública: Se aboga por una reforma profunda que promueva la meritocracia flexible, garantizando el acceso competitivo y estableciendo un sistema de incentivos para mejorar la eficiencia y efectividad en el servicio público.
- Reforma del Sistema Judicial: El sistema judicial enfrenta graves problemas de corrupción, politización y falta de predictibilidad. Se propone la creación de una Escuela Nacional de la Magistratura, la eliminación de supernumerarios y la implementación de evaluaciones de desempeño para jueces y fiscales. Solo así se garantizará un sistema judicial independiente y eficiente.
- Reforma Política: Debe centrarse en mejorar la estabilidad y gobernabilidad, eliminando la atomización partidaria y promoviendo alianzas. Se destaca la necesidad de reformas electorales que garanticen mayor transparencia y reduzcan la polarización, además de regular el financiamiento privado de partidos políticos para evitar economías ilegales.
- Eduación: Las propuestas incluyen fomentar APPs para infraestructura y gestión educativa, revisar condiciones de calidad, reducir burocracia para instituciones privadas, impulsar educación técnica, flexibilizar estándares en universidades y priorizar becas técnicas.
- Salud: Lograr un sistema de salud universal mediante el fortalecimiento del acceso, gobernanza y resiliencia. Incluyen eficiencia en EsSalud, rectoría del MINSA, atención primaria robusta, innovación tecnológica (como telemedicina) y estrategias para mejorar la calidad y equidad en servicios de salud.
El llamado a la acción
CADE Ejecutivos 2024 concluyó con un mensaje contundente: la reconstrucción del Perú requiere compromiso, colaboración y acción inmediata. Los desafíos son enormes, pero las oportunidades para construir un país más justo y próspero están al alcance si se priorizan las reformas adecuadas y se fomenta la participación de todos los sectores.