La startup Alinti recibirá 100,000 euros de financiamiento para el desarrollo de la tecnología peruana.

Por Stakeholders

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Hernán Asto Cabezas es emprendedor e inventor con vocación de servicio. Este ingeniero ayacuchano ha logrado producir energía en base a plantas. Su iniciativa ha permitido a muchas familias tener luz y electricidad en sus casas. 

El ingeniero civil ha vuelto a ser premiado por Alinti, una celda bioeléctrica que genera energía eléctrica mediante la fotosíntesis de las plantas. Esta vez, la startup peruana ha conseguido el máximo galardón en el Global eAwards 2024 de la Fundación NTT 


Alinti utiliza los procesos naturales de las plantas para producir energía sostenible. El dispositivo tecnológico peruano emplea un electrolito en el suelo y electrodos de grafito, aprovechando microorganismos que descomponen la materia orgánica y generan una reacción REDOX, liberando electrones que se convierten en corriente eléctrica. 

El invento peruano es una solución innovadora para las comunidades con acceso limitado o nulo a la electricidad, un problema que afecta a 675 millones de personas en todo el mundo.

En América Latina, donde aproximadamente un 25% de la población vive en áreas rurales, el impacto de esta tecnología hecha en el Perú puede ser clave para reducir la pobreza energética y sus efectos negativos en la educación, la seguridad y el desarrollo económico

La startup peruana Alinti compitió contra finalistas de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Colombia y México, además de España y Portugal, y se alzó con el primer lugar, obteniendo un financiamiento de 100,000 euros, mientras que su CEO podrá participar de un programa de aceleración exclusivo otorgado por la Fundación NTT DATA.

“Este reconocimiento es una motivación para continuar nuestra labor de llevar electricidad a los hogares latinoamericanos, promoviendo un desarrollo sostenible”, afirmó Hernán Asto Cabezas, CEO y fundador de Alinti.

Debido a la fotosíntesis, las plantas expulsan electrones por las raíces. “Gracias a una microcelda se capturan esos electrones y se almacenan en una batería que forma parte de todo el equipo (maceta, microceldas, plantas y batería). Todo pesa en total 4 kilos”, explicó Hernán Asto a la agencia Andina en una entrevista anterior.







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