Por Stakeholders

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Esta iniciativa ha garantizado la conservación de más de 500 000 hectáreas de alto valor cultural y natural.

Hace cinco años, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pusieron en marcha el proyecto EBA Amazonía, una iniciativa que apostó por combinar la conservación de las Reservas Comunales con un modelo de gestión conjunta con sus poblaciones indígenas.

Dos fueron las áreas elegidas para convertirse en los pilotos de esta iniciativa: la Reserva Comunal Amarakaeri (Madre de Dios) y la Reserva Comunal Tuntanain (Amazonas), en las que se implementaron estrategias de adaptación basadas en la gestión sostenible de los recursos naturales para reducir la vulnerabilidad al cambio climático de las comunidades indígenas establecidas en sus ámbitos, garantizando así la conservación de más de 500 000 hectáreas de alto valor cultural y natural.

Asimismo, se implementaron otros tipos de mecanismos de cogestión como la suscripción de veintidós acuerdos de conservación, la consolidación de escuelas de líderes organizacionales, la implementación del Programa de Actividades Económicas Sostenibles, la elaboración de Planes de Vida de las comunidades indígenas y la implementación de mecanismos de sostenibilidad financiera de los Estándares de Calidad Ambiental (ECA).

Durante la ceremonia de cierre del proyecto se destacó que todo ello contribuyó a que se generaran ingresos anuales de S/. 2 156 996 en beneficio de 571 familias de más de veinte comunidades indígenas. Esto representa un incremento de 160 % de los ingresos que antes percibían las familias en la Reserva Comunal Tuntanain y 60 % en la Reserva Comunal Amarakaeri.

El proyecto permitió además garantizar la seguridad alimentaria de estas familias al incrementarse en 20 % el consumo de peces y en 70 % el consumo de aves.

Lucía Ruíz, viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam), sostuvo que hoy no se marca el final de todo lo que implica el proyecto sino el inicio de una nueva etapa en la que se  fortalecerá aún más el trabajo conjunto entre el Estado y las comunidades indígenas para continuar con una gestión efectiva de estas Reservas Comunales y el uso sostenible de sus recursos naturales y servicios ambientales.

Por su parte, el jefe del Sernanp, Pedro Gamboa, destacó que este proyecto simboliza una muestra más de las múltiples oportunidades que brindan las áreas naturales protegidas para el desarrollo sostenible de sus poblaciones locales, teniendo como objetivo su empoderamiento en la conservación de estos espacios que representan también sus territorios sagrados.

Con el cierre de este proyecto se plantea ahora un nuevo reto, replicarlo en las otras ocho reservas comunales que existen en el Perú así como en las demás categorías de áreas naturales protegidas a nivel nacional. Para ello se deberán priorizar dos puntos clave: promover acuerdos de conservación y el desarrollo de actividades productivas mediante el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.

El evento contó con la participación de Rosa Morales, directora general de Cambio Climático y Desertificación del Minam; José Carlos Nieto, director de Gestión de Áreas Naturales Protegidas del Sernanp; James Lesli, asesor técnico del PNUD; Fermin Chimatani, presidente de la  Asociación de Ejecutores de Contratos de Administración del Perú (ANECAP); Jessica Tsamajain, jefa de la Reserva Comunal Tuntanain; y Asvin Flores, jefe de la Reserva Comunal Amarakaeri.







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