Por Stakeholders

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Por: Alejandro Barragán

Gerente de Enel X Perú


Comprender la relevancia y las dimensiones reales de la contaminación en el Perú es un tema importante y urgente para el desarrollo de nuestra sociedad. En ese sentido, podríamos comentar, por ejemplo, que según ha advertido el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), el 60 % de la contaminación del aire en la capital proviene de los gases generados por unidades de transporte por combustión. Una cifra que va de la mano con lo que arrojó un informe de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC): cada día se realizan más de 19 millones de viajes en Lima, es decir, más de dos viajes por habitante.

¿Cuáles son las medidas que deberíamos tomar para revertir esta situación que afecta a nuestra salud y, sobre todo, a las poblaciones más vulnerables del país? La respuesta se encuentra en la energía eléctrica aplicada al transporte, una tendencia que viene cobrando cada vez mayor fuerza. Solo el año pasado, diez mil buses y dos millones de autos eléctricos han circulado en diversas localidades del planeta, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). A esto podemos sumar que Bloomberg estima que en siete años los autos eléctricos costarán lo mismo que sus pares convencionales, por lo que se proyecta que para el 2038 la venta de vehículos eléctricos superará a los de combustión interna.

La creciente tendencia de optar por la energía eléctrica responde a que esta tecnología cumple con varias ventajas. En primer lugar, tenemos la eliminación de las emisiones de CO2 y la notable disminución de contaminación sonora. En ambos casos, el impacto positivo en la salud de las personas y el cuidado del medio ambiente es considerable. Esto queda demostrado con el desempeño del tren eléctrico en Lima, cuya única línea evita la emisión de por lo menos 70 000 toneladas anuales de CO2. Por otro lado, la electricidad, en comparación con la gasolina o el diésel, es hasta diez veces más económica y, en términos macro, un impulso para la economía del país, teniendo en cuenta que disminuirían las importaciones de petróleo. Este tipo de energía, por lo tanto, representa una utilización más inteligente de recursos.

Como país, tenemos el reto de asumir esta revolucionaria tendencia que toma como sus principales bastiones a la eficiencia, la innovación y, sobre todo, la mejora de la calidad de vida. De ejemplo tenemos a Estonia, donde se brinda carga eléctrica gratuita y existe una red de 180 cargadores, distribuidos estratégicamente cada 20 kilómetros. En Noruega, por su lado, el 29 % del parque automotor corresponde a autos eléctricos, mientras que en Suecia el porcentaje es del 6 % y en Holanda del 4 %. Más cerca, en Chile, Enel X presentó los primeros sesenta buses eléctricos, los cuales formarán parte del transporte público en la capital Santiago, mientras que en Argentina ya hay estaciones de servicio con cargadores para autos eléctricos, al igual que en algunos centros comerciales de Colombia.

Para lograr estos desafíos primero deben superarse algunas etapas preliminares, como la agilización del retorno de inversión económica para la población o las empresas operadoras de transporte que apuesten por esta tecnología. De igual modo, se necesita contar con la implementación de una adecuada infraestructura de carga de electricidad. Fortalecer la movilidad eléctrica en el parque automotriz peruano, pasa por un doble esfuerzo en el que interviene el Estado y la empresa privada. Por parte del primero, celebramos que el gobierno se encuentre desarrollando iniciativas para impulsar estas innovadoras tecnologías en el país (autos eléctricos e híbridos) para la adquisición de estos medios de transporte y el desarrollo de la infraestructura necesaria.

Desde la empresa privada, nosotros fuimos los primeros en traer al Perú el primer auto 100 % eléctrico, el revolucionario Mitsubishi i-MiEV, cuyas características más resaltantes incluyen una carga con conexión eléctrica convencional de 220 voltios y un ahorro de energía de hasta el 70 %. Además, este 2018 hemos lanzado la campaña de préstamo de bicicletas eléctricas, con la finalidad de que nuestros colaboradores puedan movilizarse y disfrutar de la nueva era de la energía. Seguiremos dando pasos adelante con miras a contribuir con la consolidación de la movilidad eléctrica en el Perú y alentamos a todos los actores del sector a sumarse a esta transformación, que aportará significativamente a la mejora de la calidad de vida de las personas.








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