Por Stakeholders

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Por: Ruben Valle


Una nueva bonanza económica podría estar cerca de hacerse realidad en el territorio peruano. Una que particularmente está intrínsecamente relacionada a los autos sostenibles. A finales del 2017, la minera Macusani Yellowcake, filial en el país de la minera canadiense Plateau Energy, hizo el descubrimiento del que sería el mayor yacimiento de litio en el mundo, en Macusani, Puno. Sin embargo, eso no sería todo, esta sería la primera vez que se encuentran 2.5 millones de toneladas de litio (1) junto a 124 millones de libras de uranio, y es el primer yacimiento de carbonato de litio en roca. El proyecto se llama Falchani.

El litio, como bien sabrán los entendidos en el tema, son el material más importante para la fabricación de baterías de ion-litio. Este elemento ha permitido una evolución acelerada en la tecnología de autos eléctricos. Con su desarrollo se han logrado baterías actuales que alcanzan los 650 km de autonomía (2), son más eficientes energéticamente, más pequeñas en tamaño y son más sencillas de reciclar. Sin embargo, su principal desventaja se haya en un aspecto neurálgico: el alto coste de producción.

En la actualidad, los principales competidores en Latinoamérica son Chile, Bolivia y Argentina, ya que dentro de la geografía que comparten se encuentra la fuente de estos recursos: los salares.

Chile produjo en el 2016, 12000 toneladas métricas y proyectó unas reservas en el 2017 de 7 millones 500 mil toneladas métricas, por su parte, Argentina llegó a las 5700 toneladas métricas y mantiene reservas de 2 millones de toneladas métricas. El caso de Bolivia es diferente, puesto que hasta finales del 2017 solo el gobierno reportó una producción de 10 toneladas frente a unas reservas colosales de 9 millones de toneladas métricas (3).

El país del sur, a pesar de haber aumentado su producción y madurado su mercado, aún tiene un largo camino hacia la industrialización. Eso sin destacar que concentran y tienen una participación importante en el mercado mundial de otros recursos que podrían significar el desarrollo de una industria exitosa de vehículos eléctricos, o cualquier otro dispositivo electrónico de alto rendimiento: una alta radiación, perfecta para generar energía, y la mayor provisión de cobre del mundo, material elemental para los circuitos. Hasta antes del descubrimiento del yacimiento puneño, Chile concentraba el 54 % de las reservas conocidas de litio en el mundo (4).

Bolivia recientemente se ha asociado con la empresa alemana ACI Systems para la instalación de una fábrica de baterías de litio y desembolsará desde el estado 1328 millones de dólares para la construcción de 4 plantas industriales de litio (5).

Por nuestro lado, aún tendremos que esperar un tiempo más. Plateau Energy planea una nueva exploración en el 2019 para verificar las reservas y presentar posteriormente su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y empezar a producir el 2020 (6). Sin embargo, el gobierno peruano ha hecho una proyección optimista de posibles 500 millones de dólares de carbonato de litio en exportaciones hacia el 2021. Esperemos que la fiebre por el nuevo “oro blanco” y las ganas de impulsar las industrias alrededor de la movilidad eléctrica, no haga pasar por alto el impacto en las comunidades locales, la necesidad de preservar el valor arqueológico cercano al yacimiento, y la necesidad de la legislación para regular la extracción de material radioactivo (uranio) y que estas operaciones se desarrollen sin menguar nuestros frágiles ecosistemas.

(1); (6) https://elperuano.pe/noticia-litio-y-cobre-extraidos-el-peru-abasteceran-al-mundo-70057.aspx

(2)https://www.xataka.com/automovil/esto-sera-lo-proximo-en-baterias-para-coches-electricos-mas-de-650-km-de-autonomia-real

(3); (4) http://www.expomin.cl/descargas/Concurso-periodismo-minero/Revista-America-Economia.pdf







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