Por Stakeholders

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En entrevista con Stakeholders, Carlos Ernesto Castillo García, Gerente de Marketing y Comunicaciones de everis Perú, habla sobre algunas consecuencias de la crisis generada por la pandemia del nuevo coronavirus en la sociedad, la economía y los negocios.

POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe

Carlos Ernesto Castillo García
Gerente de Marketing y Comunicaciones de everis Perú

La crisis actual ha alterado varios sectores, entre ellos el económico y social. Sobre este último, ¿cómo ve el cambio en relación con el consumidor?
Los sentires innatos del ser humano se pueden numerar fácilmente, pero uno de ellos cobra una real importancia en este momento, por sus características vinculadas a la supervivencia; es el miedo. Paralizante a veces, impulsor de toma de decisiones en otras tantas, se le culpa de guerras y a la vez es combustible de la creatividad e inspirador de la supervivencia. Hoy lo tenemos combinado con la incertidumbre y el resultado es una detonación en la toma de decisiones que conlleva a un comportamiento inusual y diferenciado en la forma de vivir y sobre todo en la de comprar.

Sin embargo, no es la primera vez que la humanidad se enfrenta a un evento de este tipo como la pandemia del COVID-19…
Cierto. No es la primera pandemia importante que vive la humanidad, existieron muchas. La peste negra (1347-51) que se estima que mató a doscientos millones de personas, casi el 40% de población de Europa. La viruela (1520) matando a cincuenta y seis millones. La pandemia de influenza de 1918 y mal llamada “la gripe española” o la plaga de Justiniano (541), ambas con 40 millones de personas fallecidas y esta última se cree que contribuyó a la caída del imperio Romano. Por solo citar algunas, todas tienen una característica común: todas cambiaron el comportamiento del ser humano.

El sentimiento del miedo es inherente al ser humano. ¿Cuál es la particularidad de este en las actuales circunstancias por el COVID-19?
En la actualidad, el miedo que tenemos a una enfermedad, aún no estudiada completamente y a ser contagiados, nos predispone a conductas y comportamientos y es porque somos por encima de todo unas criaturas emocionales. Existe una realidad y es que nuestro cerebro es un órgano hiperconectado, pero hay una particularidad que se antepone, las emociones siempre tienen prioridad.

Los cambios nos muestran claros efectos en lo social fruto del confinamiento; quizá se considerarán los coronababies, niños fruto del confinamiento emulando a los baby boomers del pasado. Empezamos a repensar la convivencia, el multitasking y aprender a solucionar problemas domésticos, el boom de los tutoriales que enseñan desde solucionar una gotera hasta cómo cocinar comida criolla. El desempleo nos trae el auge del trabajo creativo y el cambio radical de algunos negocios.

¿En qué medida nuestra economía y los negocios se han visto afectados por toda la transición que ha causado el nuevo coronavirus?
En lo relacionado a la economía, la disminución del efectivo llegó y sin lugar a dudas se sostendrá en el tiempo, el ahorro como hábito, la bancarización como experiencia fruto, por ejemplo, de la canalización de ayuda del Estado. Habrá inversión en salud y prevención, el e-commerce seguirá creciendo como resultado, entre otras cosas, de la mayor confianza por el pago on-line. El delivery y negocios de última milla seguirán en auge.

Por el lado de las empresas, se agilizarán los proyectos de digitalización y trasformación, usando la tecnología para la eficiencia de procesos, robotizar actividades repetitivas, auge de asistentes virtuales, chatbots y RPA; además de la implementación de metodologías ágiles, desaparición de las barreras que había para cloud. Asimismo, la analítica de datos aplicados a la prevención de enfermedades, IoT, plataformas de trámite on-line.

Por otra parte, el trabajo en casa (home office) será permanente para muchas organizaciones, lo que conllevará en una primera etapa al incremento de compra de productos para este trabajo, sillas ergonómicas, dispositivos electrónicos, computadoras, laptop, tablets.

Las empresas se ven obligadas a diseñar políticas, protocolos y sistemas de protección de equipos y dotar a los colaboradores de éstos.

En el Perú, de un momento para otro las tecnologías han incursionado con mayor fuerza en el sector educación y salud. ¿Cuáles son sus proyecciones al respecto?
El sector educativo es probablemente uno de los que más tratan de “normalizar” lo máximo posible la situación echando mano de la tecnología. Al ya conocido Zoom, se suman plataformas como Teams de Microsoft, Webex de Cisco, Google Meet, todas ellas orientadas principalmente al mundo corporativo y son ahora herramientas usadas en educación, sumadas a las aplicaciones especializadas, como Googleforedu, Bookcreatorapp, Edpuzzle, Brainpop, Academons, Cerebriti entre otras, muchas de ellas ofrecidas gratuitamente mientras dure la pandemia.

En lo relacionado con la salud, se dará énfasis a la salud física pero también mental. Se vuelve a la espiritualidad, comportamiento explicado por la cercanía de alguna forma a la muerte. La sobreinformación de la salud, medicamentos y tratamientos específicos. Valoración de productos orgánicos y estimulantes naturales del sistema inmunológico. Inversión en prevención, planes médicos, seguros.

Por otro lado, durante el confinamiento los grados de contaminación han disminuido. ¿Qué nos depara en este aspecto después de la pandemia?
Ecología y el cuidado del medio ambiente será angular en estos tiempos, la conciencia medioambiental valorando el entorno natural como algo esencial de toda sociedad. Se seguirá con las campañas para la desaparición del plástico, bonos verdes y sociales.

Para todo esto el internet será imprescindible y también los sistemas de seguridad informáticos, las plataformas que midan la productividad del trabajo remoto y plataformas colaborativas, serán necesarias.

Del otro lado de la moneda están la reducción en rentas de oficinas e incluso renegociación de alquileres pactados, los espacios y la sobreoferta harán caer los montos de alquiler, los grandes centros financieros irán decayendo. Las Telco (empresas de telecomunicaciones) tendrán un gran reto en soportar una carga mucho mayor de conexiones a la red, lo cual exige una infraestructura digital más robusta para dar respuesta a todas las necesidades.

Finalmente, en su consideración, ¿cómo cambiará el comportamiento del consumidor?
El miedo a la compra se dará básicamente por productos internacionales. La transparencia en la información de las marcas será crucial, aparecerán nuevos embalajes vinculados a la seguridad y salubridad. Las marcas nacionales cobrarán importancia, bienvenidas serán las marcas nacionales y las empresas pequeñas y ágiles. Otro sentimiento y actitud que surge es la solidaridad, y esperamos que prevalezca sobre el miedo.







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