Por Stakeholders

Lectura de:

HANS ROTHGIESSER
Miembro del Consejo Consultivo Stakeholders


El escritor de ciencia ficción clásico Isaac Asimov, inventor de las tres leyes de la robótica, escribió para su novela Fundación la frase “la violencia es el último recurso de la incompetencia”. Éste es un concepto bastante popular en la ciencia ficción. Pues bien, en la universidad leí textos del sicólogo cognitivo Steven Pinker con respecto a los conflictos en general. La idea de fondo era que en muchas ocasiones, abrirse al diálogo permite llevar a una situación en la cual ambas partes obtienen lo que quieren, sin impedir que el otro también saque beneficio. Para eso hay que estar abierto a la posibilidad de que las cosas no se darán como uno quería inicialmente.

Amigos que han hecho MBA llevan eso al extremo.
Tratan de evitar el conflicto a como dé lugar, lo cual da espacio para todo tipo de hilarantes situaciones. Como que por ejemplo, te consigan otro trabajo antes de despedirte, para que te vayas sin fastidiar. No obstante, a veces el conflicto es necesario para poder llegar a esa situación superior en la que ambos están mejor.

De hecho, Weber y Marx iniciaron lo que se conoce como la teoría del conflicto, aunque ésta estaba más enfocada en los orígenes del conflicto.

En esa línea, el sociólogo alemán Georg Simmel hace dos siglos postulaba que el conflicto era positivo y que ayudaba a estabilizar a la sociedad, así como a impulsar procesos de integración. Aunque, por supuesto, para eso tiene que haber procesos establecidos y protocolos para hacer frente al conflicto. E incluso, antes de eso, hay que estar abierto a la posibilidad del conflicto, lo que a su vez implica aceptar que quizás, dios no lo permita, no tengas la razón.

En ese sentido, hay que recordar otra frase de la cultura popular. Una que recita el héroe de cómics Punisher cuando le preguntan por qué hace lo que hace. Según él, “si te gusta la paz, prepárate para la guerra”.

Es decir, no puedes ir por la vida pensando que todo conflicto se resolverá con diálogo si es que no estás preparado para la alternativa. A veces, lo siento mucho, estás frente a alguien que no quiere llegar a una solución mutuamente beneficiosa. A veces estamos frente a alguien que lo que quiere es verlo todo arder.

Los economistas por mucho tiempo fuimos entrenados a pensar que la gente es racional. Que cada persona busca lo mejor para sí mismo. Que en la medida en la que se genera el entorno y los incentivos correctos, los agentes económicos por su cuenta irán colaborando y buscando
eficiencia, de tal manera que a largo plazo todos están mejor. Hoy en día sabemos que eso no es cierto. En muchas ocasiones las personas operamos de manera irracional. Lo siento mucho.

Por eso es importante estar preparado para todas las posibilidades. Por ejemplo, cuando Salvador Del Solar era primer ministro y le preguntaron qué haría para hacer frente a las protestas que estaban paralizando operaciones mineras, él respondió que con diálogo era todo posible.

Bueno, pues, no lo fue. Y era previsible. De hecho, en su proceso de aprendizaje muchos otros perdimos. Cualquiera que estudie política lo aprende relativamente pronto. El conflicto es inevitable en la sociedad humana. Por eso rinde tener varias estrategias posibles para solucionarlo.

 







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