Por Stakeholders

Lectura de:

Una de las mayores responsabilidades que tiene una empresa corresponde a la cuestión salarial, ya que también se encuentra vinculada con el hecho de garantizar buenas condiciones laborales para sus empleados. Este tema se ha venido discutiendo a nivel global, más aún a raíz de la crisis ocasionada por la pandemia.

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas ha abordado este tema en su informe recientemente presentado, titulado Improving Wages to Advance Decent Work in Supply Chains (mejorar los salarios para promover el trabajo decente en las cadenas de suministro).

El objetivo de dicho documento es alentar a las empresas a promover y proporcionar un salario digno a sus colaboradores. En este se señala el aspecto del trabajo decente como “indispensable” para garantizar que las y los trabajadores, sus familias y las comunidades puedan vivir en condiciones dignas.

El estudio parte de la premisa de que no existe una definición universalmente acordada de salario digno como tal y que a su vez no hay una cantidad universalmente aceptada que defina dicha remuneración.

Sin embargo, la mayoría de las descripciones y definiciones de salario digno incorporan la idea de que se trata de una remuneración recibida por un tiempo de trabajo determinado, que permita un nivel de vida decente para el trabajador y quienes dependen de él.

El informe propone algunos pasos iniciales a modo de pregunta que pueden ser aplicados en cualquier tipo de organización. Entre ellas, destacan: ¿los precios que mi empresa paga a un proveedor hacen que este pueda pagar un salario digno a sus empleados? ¿Cuáles son los otros factores que hay que tener en cuenta en las decisiones de compra? ¿Son mis colegas de compras conscientes de que las decisiones que toman pueden tener un efecto directo en el bienestar de los trabajadores de las cadenas de suministro? ¿Cuánto dinero necesita un trabajador para vivir dignamente?

Asimismo, el documento destaca que el arraigamiento de la desigualdad que se ha producido en los últimos meses, tras la irrupción del coronavirus, representa una amenaza urgente para las comunidades y las economías. Es por ello que algunas empresas se han comprometido expresamente a lograr salarios dignos en sus cadenas de suministro, donde el pago de un salario digno es un requisito de afiliación de una serie de organizaciones e iniciativas de responsabilidad en las que participan las empresas.

Una de las principales afirmaciones que realiza el Pacto Mundial es que el salario digno debe ser comprendido como una inversión y no como un costo para las empresas. Si bien en primer lugar, se trata de garantizar un derecho básico para las y los trabajadores, esto trae consigo también efectos positivos para la propia empresa.

Más allá de cumplir con un deber como empresa responsable, garantizar el pago de salarios dignos a los trabajadores de la cadena de suministro se traduce en una inversión en capital humano que puede aportar una serie de beneficios. Para los proveedores, se refleja en la reducción del absentismo, así como en una mayor retención y motivación. En cuanto a los beneficios indirectos, para los compradores, se refleja en términos de resiliencia y calidad de la cadena de suministro, así como en la gestión de riesgos.

El informe, además, asegura que los ingresos salariales son fundamentales para cumplir con muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, más allá del primero que corresponde a “Fin de la pobreza” y el octavo que se denomina “Trabajo decente”.

También se encuentra vinculado el quinto ODS, “Igualdad de género”, ya que la mayor proporción de trabajadores con salarios por debajo de la cuota mínima son mujeres. De igual manera sucede con el décimo ODS, que corresponde a la “Reducción de las desigualdades”.

La mejora de los salarios en las organizaciones comienza con la identificación de las “palancas” que están dentro del control de la empresa y la realización de esfuerzos iniciales en ellas. Según el informe, incluiría los siguientes puntos:

  • Comprometerse a lograr una mejora salarial en la cadena de suministro para todos los trabajadores como parte de la estrategia empresarial de la compañía. Para ello, se requerirá que la decisión parta de la alta dirección.
  • Recoger datos para evaluar la diferencia entre el salario básico actual y el salario digno en los lugares de trabajo de los proveedores.
  • Realizar una evaluación de los mercados de proveedores prioritarios con los que empezar, como los proveedores estratégicos en las regiones con salarios más bajos.
  • Consultar y colaborar con las partes interesadas internas (incluidos los compradores, los servicios jurídicos, la contabilidad y el control de calidad) y externas, como las organizaciones representativas de los trabajadores.
  • Ajustar las prácticas de compra y los precios unitarios pagados para permitir el pago de salarios justos por parte de los proveedores.
  • Medir y supervisar los avances mediante una combinación de métricas cuantitativas y de progreso.

Con información de Diario Responsable







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.