Por Stakeholders

Lectura de:

Por: Francesca Mayer
CEO Perú Green Building Council


Hay una tendencia en el diseño de oficinas que está arrasando a nivel global, la tendencia de la búsqueda del “Wellness” o Bienestar (tanto físico como mental) en los espacios corporativos sostenibles. Los colaboradores buscan sentirse saludables tanto en sus casas como en sus espacios de trabajo, esto implica una mejora en el diseño interior de estos espacios, con una mejor calidad de aire, de iluminación, de agua, y otros elementos ambientales de alta calidad. De la misma manera, se busca también incorporar espacios que promuevan la salud física y el interrelacionamiento entre profesionales y el medio que los rodea, la naturaleza.

El Wellness corporativo o Programas de bienestar y salud, como también lo conocemos en nuestro país, son una serie de políticas enfocadas al bienestar tanto físico como mental de los colaboradores. Muchas de las grandes corporaciones locales y globales ya lo tienen en su ADN como una política de RRHH, pero muchas empresas en el país aún no. En Estados Unidos, para darnos una idea, The RAND Workplace Wellness Program Study encontró en el 2012 que la mitad de las pequeñas empresas y el 90% de las grandes empresas ofrecían Programas de Wellness. Si bien sabemos que muchas empresas en el Perú realizan programas internos de bienestar, al día de hoy no contamos con cifras exactas al respecto.

Para el 2022, esperamos que la importancia de generar un ambiente de trabajo orientado al bienestar crezca dramáticamente. Actualmente, certificaciones como WELL Building Standard™ (WELL) están teniendo mayor importancia en la forma en que los edificios retienen y atraen a sus arrendadores o compradores. WELL fue lanzado en el 2014 como la primera certificación para edificios enfocada exclusivamente en la salud y el bienestar de las personas, basándose en 7 categorias: aire, agua, nutrición, iluminación, estado físico, comodidad y mente. Actualmente hay más de 400 proyectos registrados, certificados o pre certificados con WELL principalmente en ciudades de USA, China, Australia, Francia, Canada y el Reino Unido. En el Perú contamos con 1 proyecto en proceso, sin embargo, este no se encuentra formalmente registrado. Hay mucho interés en el mercado, sobre todo de grandes corporaciones, pero aún no se logra concretizar una certificación.

La realidad de WELL en el país es aún una muy cruda, una mezcla entre el elevado costo de la certificación y lo difícil que puede ser convencer a un propietario o gerente en que debe invertir en el bienestar de sus ocupantes. Este beneficio es muy difícil de tangibilizar. Si hablamos de ahorro de energía y de agua, ambos se miden de una manera muy fácil y rápida, lo cual es una muy buena herramienta para convencer a los desarrolladores de tomar dichas medidas. Sin embargo, los beneficios de salud, productividad y bienestar, son muy difíciles de medir y comparar, lo que dificulta la toma de decisiones.

Si nos comparamos a nivel regional, no estamos tan mal. Brasil, Colombia, y México cuentan con los primero proyectos certificados WELL de la región. Chile y Argentina, con los primeros en proceso. Vemos que en general la región es aún un poco reacia a optar por soluciones de bienestar de ocupantes, en comparación con Europa y Norteamérica.

Nos gusta mucho la certificación WELL. Sentimos que con ella regresamos a poner a la persona como el foco de las edificaciones y para quienes realmente deberían ser los beneficios. Si bien aún no los podemos tangibilizar de manera adecuada, cree que todos podemos relacionarnos con la sensación de paz al trabajar frente a un parque o tener un jefe que se preocupes de que estemos bien.







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