Por Stakeholders

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Por: Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe

  • El reto parte de la idea de buscar las prioridades del negocio y relacionarlas a un programa de voluntariado que genere mayores impactos a largo plazo.

Según el Observatorio de Voluntariado Corporativo, el voluntariado corporativo es un conjunto de actividades promovidas y apoyadas por una empresa, cuya finalidad permite alcanzar la involucración y participación libre de sus empleados a través de la dedicación de su tiempo, capacidades y talento a causas, proyectos y organizaciones sin ánimo de lucro. Y es que no hay duda que el voluntariado corporativo, como mecanismo transformador empleado por las empresas para impulsar la unidad, incentivar valores y articular acciones de cooperación e interés por impactar en una realidad o espacio determinado, está tomando mayor fuerza en los últimos años. En la actualidad, ¿cuánto se ha avanzado al respecto?

Carmen Ramírez Especialista en Infraestructura de Voluntariado y Promoción de Alianzas, de UN Volunteers Perú.
Carmen Ramírez
Especialista en Infraestructura de Voluntariado y Promoción de Alianzas, de UN Volunteers Perú.

Para Carmen Ramírez, Especialista en Infraestructura de Voluntariado y Promoción de Alianzas, de UN Vounteers Perú, las empresas han logrado ampliar su oferta de voluntariado, ya que en la actualidad ofrecen a sus colaboradores un portafolio de opciones que responde cada vez mejor a la diversidad de perfiles de su planilla, incluso vinculando a las familias. Del mismo modo, la especialista sostuvo que las empresas empiezan a apostar por gestionar alianzas con actores del sector público y sociedad civil para tener un impacto real y concreto en el desarrollo sostenible. También especificó que se viene profesionalizando el voluntariado basado en habilidades.

Este punto es lo que se espera que un programa de voluntariado también contemple dentro de su estructura estratégica, dado que permitirá no solo contribuir con alguna determinada comunidad, sino potenciará el desarrollo de las capacidades que adquieran los colaboradores. Jaime Ulloa, Fundador de la Asociación Trabajo Voluntario, explicó que en temas de voluntariado, muchas empresas inician con acciones de carácter filantrópico pero que poco a poco se han ido involucrando en este tipo de voluntariados que hace uso de las habilidades profesionales que tiene un grupo determinado de colaboradores, como por ejemplo transferirles conocimiento a jóvenes que están buscando empleo, o a microempresarios que están creando su propia empresa. Y es que al desarrollar un voluntariado basado en habilidades no solo gana los colaboradores que descubren capacidades que hasta ese momento podrían desconocer, sino también que estos pueden transferir un conocimiento realmente valorizado por aquel grupo receptor que empleé dicho insumo para su beneficio.

Ulloa comenta que desde hace 12 años promueve un voluntariado vinculado al desarrollo del emprendimiento que consiste en no decirle necesariamente al voluntario a qué proyecto puede sumarse, sino de incentivarlo a que el mismo trabajador proponga un determinado proyecto que otorgue un valor agregado, escogiendo las acciones, actividades, qué organizaciones apoyar, llegando a implementar un mecanismo adecuado de solución. “Al colaborador le otorgas la oportunidad de iniciar su propio proyecto, lo empoderas, generando un mayor impacto”, precisó el fundador de Asociación Trabajo Voluntario.

Enfoque de sostenibilidad y presupuesto: ¿frenos a la vista? En efecto, estos avances que se presentan en la implementación de mayores iniciativas de voluntariado corporativo son un mayor aliciente para que la empresa apueste por integrarlos no solo como actividades o campañas puntuales, sino de modo transversal incluirlos dentro de su planeamiento estratégico de cada año. Sin embargo, teniendo en consideración el valor agregado que este tipo de programas contribuyen a la gestión organizacional de cada empresa, ¿por qué cuesta tanto incorporar programas de voluntariado corporativo en las organizaciones?

Partiendo de la idea de que el voluntariado es un medio generador de valor, según Ramírez, en ese sentido, si no se alinea o brinda soporte a las estrategias de sostenibilidad, gestión de talento o de cultura, respaldadas por la alta dirección y validadas por sus grupos de interés, se seguirá considerando al voluntariado como una suma de acciones aisladas en latente peligro de desaparecer. “Se cae en ese error cuando no se considera al voluntariado como pieza clave en la gestión de la sostenibilidad”, acotó la especialista en infraestructura de voluntariado y promoción de alianzas de UN Vounteers Perú.

Jaime Ulloa Fundador de la Asociación Trabajo Voluntario
Jaime Ulloa
Fundador de la Asociación Trabajo Voluntario

Por su parte, Ulloa agregó que es necesario crear una estrategia para un programa de voluntariado en la que se debe enfatizar una propuesta de valor no solo para la comunidad, sino para la empresa como negocio. En efecto, comenta, toda empresa estaría de acuerdo en el desarrollo de competencias a través del voluntariado, pero no todas las empresas brindan el presupuesto necesario para implementarlo, ya que existen diversos aspectos que son considerados prioridades estratégicas del negocio, y las demás son valoradas. “De lo que se trata es entender cuáles son las prioridades estratégicas del negocio. A partir de esa lista evaluar en dónde el voluntariado podría generar valor significativo a dichas prioridades”, explicó el fundador de Asociación Trabajo Voluntario. En un reciente congreso de voluntariado1, cita Ramírez, Alejandra D ‘Agostino, socia principal de Deloitte Perú, manifestó que el capital humano es fundamental para lograr el crecimiento sostenible y que, en un país como Perú, donde el 97% de ejecutivos afirma que la ausencia de liderazgos es uno de los mayores problemas a resolver en el mundo laboral, el voluntariado bien gestionado representa un elemento importante que da respuesta a este desafío, logrando potenciar el talento y transformar la cultura.

Entonces, destaca Ulloa, se trata de entender el negocio, las prioridades estratégicas del negocio a partir de la prioridad más alta posible, para luego construir un programa de voluntariado que genere valor significativo para dicha prioridad, dado que el voluntariado es el medio para canalizar el talento humano de las empresas a la sociedad y generar un impacto social, pero también es un medio para darle beneficios a la empresa como desarrollar una cultura de innovación, fortalecer la capacidad de innovar en los colaboradores, mejorar sus capacidades de trabajo en equipo, reforzar la cultura corporativa, entre otros.

Poner en marcha un programa de voluntariado corporativo supone muchos beneficios para todos los implicados en el proyecto, ya sea para la empresa, sus colaboradores o a la comunidad en la que se genere los impactos esperados. Sin embargo, el reto es que no solamente sea implementada como una acción aislada y circunstancial, sino que sea entendida desde la lógica de prioridades estratégicas del negocio, alcanzando un adecuado modelo de desarrollo sostenible.







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