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Andrea Ledesma – Orientadora local de la Asociación Circuito Turístico Lomas de Paraíso

Quedaríamos sorprendidos al saber que tanto los cerros de Comas como los de San Juan de Lurigancho reverdecen por tres meses cada año para brindarnos un espectáculo natural. Sí, los cerros invadidos a partir de la década de 1950 por emprendedores migrantes de la serranía de nuestro país, son en realidad importantes lomas que requieren el cuidado como áreas de conservación. Gracias a las precipitaciones de invierno y la humedad de la franja costera se generan aguas subterráneas que permite el crecimiento de vegetación, y con ello el desarrollo de ecosistemas abundantes en flora y fauna. Las culturas que nos precedieron utilizaban estas reservas en las temporadas de sequías, a través del diseño de ojos de agua. Sin embargo, estas a lo largo de nuestra reciente historia republicana han sido ampliamente desperdiciadas.

“Las lomas en Lima han pasado por un largo y continuo proceso de degradación, pérdida de biodiversidad y áreas de este ecosistema. Son conocidas pérdidas emblemáticas como las pampas de Amancaes y la desaparición de la flor de Amancaes del distrito del Rímac, ante el crecimiento urbano y crecimiento urbano informal”, explica para Stakeholders Roobert Jiménez, especialista técnico del proyecto EbA Lomas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. A pesar de ello, opina que las características del accidente geográfico la configuran como un ideal “ecosistema urbano”, ya que no necesita ser subvencionado para su subsistencia, se regenera cíclicamente.

Este valor aparentemente fue entendido por la Municipalidad Metropolitana de Lima en el 2012 e inició el Programa Lomas de Lima, que buscaba proteger los ecosistemas a partir de 4 acciones: Creación del Área de Conservación Regional Sistema Lomas de Lima, creación de circuitos ecoturísticos en las Lomas de Lima, restauración ecológica con especies nativas y creación de Parques Loma. Sin embargo, para implementar el Área de Conservación Regional, los trámites recién iniciaron en el 2013 y se presentó como Programa de Gobierno Regional de Lima metropolitana (PGRLM), con impacto en 8 distritos de Lima.

El expediente técnico que actualiza esta propuesta empezó en marzo del 2017, pero ahora con acompañamiento y asistencia técnica del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) y el Proyecto EbA Lomas del PNUD, y se solicita la conservación de 13,533.86 hectáreas. Tomemos en cuenta que, según datos del SERNANP, son 20.000 las hectáreas presentes en Lima con estas características.

El lado negativo del proceso, es que en sí mismo contiene las principales barreras para su conservación. Como indica el especialista del PNUD, estas demoras burocráticas evidencian que “la normativa para su declararon está incompleta al no existir una zonificación forestal y las modalidades privadas dependen de la voluntad de aquellos que tienen la titularidad de la tierra”. Otro aspecto que preocupa, dependiente de las actividades turísticas que ahí se realizan, es la formalización y reconocimiento de las organizaciones que las dirigen por los gobiernos, así como el paulatino mejoramiento de servicios.

Roobert Jiménez – Especialista técnico del proyecto EbA Lomas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

Sobre la degradación de los ecosistemas, los factores responsables vendrían a ser el tráfico de terrenos, el cual tiene detrás en algunas ocasiones al crimen organizado con influencia en los mismos gobiernos locales o regionales; minería no metálica desregulada, para proveer principalmente materiales para construcción y que tiene en explotación actualmente 51,000 hectáreas de derecho minero titulado que en parte se superponen a las Lomas; las invasiones y asentamientos humanos; y el pastoreo de ganado porcino, caprino y vacuno de forma no regulada.

A pesar de la complicada situación que atraviesan las Lomas de Lima, se han puesto los cimientos para su preservación y desarrollo turístico desde la siempre presta sociedad civil. Las organizaciones que se encuentran activas actualmente son la asociación de circuito ecoturístico lomas de primavera en Carabayllo, Asociación de defensores de las lomas y la flor de Amancaes en el Rímac, la asociación circuito turístico lomas de Paraíso en Villa María del Triunfo, la Red de Lomas del Perú, entre otros colectivos. Y no son las únicas, otras asociaciones se encuentran a la expectativa de participar de las áreas de conservación, pero aún falta implementarlas completamente en todos los distritos antes mencionados.

Es así que la flor de Amancaes emerge una vez más, resguardada esta vez por los hijos conscientes de Lima. Las lomas son visitadas principalmente para hacer trekking, una actividad últimamente difundida y practicada, impulsada por las ansias de acceder a los lugares vírgenes y más hermosos de nuestra geografía, ya que por su difícil acceso, la única forma de llegar a estos es caminando. A las caminatas suelen sumarse fotógrafos o científicos interesados en la biología que presenta el lugar: el Aguilucho, el cernícalo, el huarango, la flor de Amancaes, la flor de papa silvestre, la nolana, entre otras especies. Además, en muchos destinos también se pueden apreciar petroglifos y ruinas de edificaciones que podrían haber sido utilizadas como observatorios climáticos.

Lomas de Paraíso

Dentro de las Lomas de Lima hay un lugar destacado para las Lomas de Paraíso, y la responsable de su conservación: la Asociación circuito turístico lomas de Paraíso. Conformada por dirigentes vecinales y miembros de la sociedad civil

La entrada a este oasis verde se encuentra a través de los AA.HH. Edén de Manantial y El Paraíso en Villa María del Triunfo. El trabajo de la organización de guías alrededor de este destino turístico los ha llevado a contar con el apoyo de diferentes cuadros profesionales de universidades como la Universidad de Lima, la Universidad Agraria La Molina, la Universidad San Martín de Porres, entre otros. Desde un aporte multidisciplinario han podido desarrollar proyectos de reciclaje para niños, proyectos de construcción sostenible para espacios de esparcimiento y proyectos de mantenimiento de senderos y áreas de cultivo. También se le ha dado seguimiento al importante proyecto atrapanieblas, que recoge agua de las neblinas para convertirla en agua potable.

Cada semana, muy aparte del guiado, abren el voluntariado a todos los interesados en seguir con las labores se preservación del espacio. El recorrido que se realiza es de 4 horas (mínimo), se accede mediante una conexión del Metro de Lima hasta la estación María Auxiliadora para luego tomar un colectivo o combi que suba la Av. Julio C. Tello hasta las zonas de amortiguamiento colindantes a las lomas. El único pago que percibe directamente la asociación es por el guiado, un total de 8 soles por persona.

“Si no se desarrollaran actividades de sensibilización, reforestación, riego, caminatas guiadas, ya no tendríamos este ecosistema, ni siquiera una extensión pequeña”, enfatiza Andrea Ledesma, orientadora local de la asociación. “Las lomas han incrementado su posicionamiento en el ámbito local, si se compara desde el 2013 hasta la fecha, ha incrementado el nivel de afluencia de visitantes de aproximadamente 300 visitantes a 2000 o 3000 visitantes a fines del 2016. Además, ahora hay más vecinos que participan en la actividad turística, ya sea brindando algún servicio o producto, lo cual implica que los pobladores asocien el tema de conservación con beneficios económicos”, comenta la profesional de turismo sobre la evolución de la zona.

La sostenibilidad del proyecto es integral, ya que por un lado se procura evitar desperdicios en las zonas a través de bolsas que movilizan los guías, se indica y sensibiliza a los visitantes, y se reutilizan residuos de materiales plásticos para venderlos como objetos utilitarios a los visitantes. En cuanto a la fauna, se recalca evitar ruidos fuertes que pueden perturbarlos. En el aspecto económico, la asociación se sostiene con el guiado y las familias o personas que ofrecen servicios o productos tienen difusión en las redes sociales de la organización.

Desde la asociación turística el único apoyo que se solicita a las autoridades es que cumplan con su trabajo. La Municipalidad de Lima es la única que puede declarar este espacio como Área de Conservación Regional y el proceso sigue dilatándose, y el Municipio de Villa María del Triunfo no toma las medidas necesarias para reubicar a los actuales moradores ilegales presentes en las lomas. Mientras tanto organizaciones de la sociedad civil como la Coordinadora Juvenil de Mariátegui y Revolución Verde, y organismos del tercer sector como la ONG Alev y la ONG Fovida, continúan trabajando.







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