¿El “Caldo Base” es la solución para los Conflictos Socioambientales? Parte I

Por Stakeholders

Lectura de:

Rafael Valencia
– Dongo Cárdenas – Presidente Ejecutivo de Grupo Estrategia

Todo buen cocinero sabe que para lograr los potajes exquisitos del día, se requiere previamente preparar un extraordinario “Caldo Base”. Así a ningún profesional del arte culinario se le ocurriría en su sano juicio lograr un potaje que seduzca, sin previamente tener un Caldo Base sustancioso.  Pero, ¿cuál es ese elemento insustituible usado por quien se precie de lograr potajes que seduzcan y que estos se vuelvan irresistibles, generen ansias por degustar y tornar a los ciudadanos en fieles  comensales? ¿Cómo es que el Caldo Base permite convertir a visitantes ocasionales e indiferentes consumidores en comensales fidelizados de la “mano del cocinero”?

El Caldo Base es como la personalidad del plato, es el inicio de todo potaje con final feliz. El cocinero muy de madrugada hierve verduras, hierbas aromáticas, carnes y otros condimentos secretos; los hace hervir a fuego lento por más de tres o cuatro horas para que concentre el sabor y no pierda sus propiedades -el fuego violento enturbia el caldo con partículas de grasa, por el contrario el fuego lento permite que la grasa suba a la superficie y se pueda retirar la misma  con un colador- el buen cocinero sabe que el caldo tiene que lograr un equilibrio entre los ingredientes, algunos de ellos aportan dulzor, otros como el apio aportarán sabores salados y los tubérculos espesarán y enturbiarán el caldo, otros ingredientes hay que evitarlos por cuanto agriarán el  “Caldo Base”.  El buen cocinero sabe que como todo en la vida, nunca se tendrá lo mejor, pero hará su mayor esfuerzo con lo que tiene disponible.

El insustituible “Caldo Base” es un símil de lo que debiera lograrse antes de que cualquier iniciativa privada, que busque rentabilidad y sostenibilidad, sea introducida en una Comunidad generalmente rural. En el caso de la coyuntura de inversión privada actual en la que muchos proyectos de inversión minero-energética han llegado al punto de ser abortados, ¿qué factores claves rescatamos sobre la importancia del “Caldo Base”?

-Es un elemento insustituible para lograr un potaje que genere seducción y comensales fidelizados que den viabilidad presente y futura al restaurante. De la misma manera lo es para un proyecto extractivo: la Base Social.

-Se prepara muy de madrugada, bastante antes de presentar el potaje al comensal. Igualmente, un proyecto extractivo debe actuar sociopolíticamente mucho antes de empezar, sentando las bases de comunidades fidelizadas en el entorno al proyecto. Así la prospección minera debe ir acompañada de la prospección social.

-Se cocina a fuego lento, así se consigue neutralizar y retirar las partículas de grasa que enturbian el caldo. Como todo proyecto, hay que allanar el camino y aislar a los líderes pecuniarios (lentejeros) y los ideológicos antisistema. La introducción al tejido social debe ser de manera muy sutil, haciendo participar necesariamente a los actores más serios y creíbles de la comunidad.

– Se hecha con arte los ingredientes al caldo, sabiendo que nunca se tendrá todos los ideales pero haciendo lo mejor con lo que se tiene. Este mismo arte en los proyectos extractivos consiste en enfocar las diferentes acciones sociopolíticas considerando las limitaciones existentes y probablemente no alterables, por lo menos en el corto plazo, tales como el Estado ausente, Ministerio Público intimidado, Policía mal instruida y temerosa de la falta de respaldo, entrenados y efectivos opositores a la inversión privada, etc. Como reza el dicho “con estos bueyes hay que arar”, es decir con las limitaciones propias de la situación hay que lograr éxito para los proyectos de inversión.

-Se debe conocer la naturaleza de los ingredientes, algunos  proporcionan dulzura, otros espesado y sabores salados, además se deberá conocer cuáles agriarán el caldo. Similarmente en los proyectos extractivos hay que identificar qué plataformas usar para lograr esa base social esperada en busca de la viabilidad. A diferencia del arte culinario, en el aspecto social sabemos que los intereses cambian y los interesados también, por lo que la pauta comunicacional debe tener un manejo evolutivo. Las bases sociales son construcciones hechas a base de intereses y percepciones, que derivan en emociones o sentimientos de acuerdo a cómo se realicen las interacciones. Una base bien construida tendrá mayor fidelidad y duración, pero siempre necesitará un mantenimiento constante.

Los proyectos industriales extractivos a efectos de no fracasar -como hemos estado viendo tristemente caer en los últimos años y más aún en los últimos días- debieran tener en cuenta que para poder lograr llevar adelante un proyecto, se debe previamente generar una Base Social a favor del proyecto como símil del Caldo Base, consecuencia de ciudadanos convencidos y fidelizados de que dicha empresa será de beneficio personal y para la comunidad. La construcción de Bases Sociales y de la fidelización no surge producto de la generación espontánea, sino que se tienen que “colocar los componentes sociales en adecuado órden, procurando aislar a los que dañarán o agriarán el trabajo a favor de generar la Base Social para el desarrollo”. Es claro que la construcción de la Base Social debe trabajarse con bastante anticipación a la ejecución del proyecto y tomando en cuenta que los tiempos sociales no responden a la lógica de eficiencia temporaria de la ingeniería, sino más bien a la capacidad de quien pretende construir la base social y las características de los ciudadanos en la zona de influencia.

La generación de la Base Social ha demostrado ser fundamental para combatir la resistencia a la inversión y dar mayor libertad a la empresa, que al estar ubicada usualmente en zonas rurales, se convertirá en la principal fuente de desarrollo de la zona. Es de tal nivel de importancia que el principal ratio que debiera utilizar el Ministerio de Energía y Minas para dar luz verde a un proyecto extractivo es la cantidad  demostrada de “ciudadanos fidelizados”,  número mucho más importante que las cuantiosas sumas invertidas en proyectos sociales. El Ministerio debiera probar con medios objetivos si se cuenta con el ratio de ciudadanos fidelizados por el desarrollo versus las características del Proyecto (monto de inversión, área de influencia, etc.). Si el ratio no es el suficiente, entonces el Estado y La Empresa deberán esperar y construir en ese tiempo la base social faltante. Hacerlo de otra manera solo causará daños al sistema democrático, al Estado, a la Sociedad y por supuesto a la Empresa.

No debemos dejar de tomar en cuenta que sin una Base Social consolidada, los elementos antisistema aprovecharán para generar miedos en la población y usando entre otros métodos la intimidación,  llegarán al punto de acorralar al Estado y a la empresa, muchas veces conminándolo a cometer serios errores con los que finalmente el Proyecto deberá pasar a un periodo de hibernación.

El ser humano no tiene un pensamiento deliberante, sino más bien automático, de modo que terminará siguiendo lo que el condicionamiento social le indique, por lo que los antisitemas  pueden con rapidez –casi como fuego en la paja- despertar la natural aversión a la supuesta  pérdida de lo que ya tienen, aunque esto pueda llevar a instalar en la comunidad patrones autodestructivos.

Sin embargo, también se pueden generar Bases Sociales que aíslen severamente a los aprovechadores, recordemos que la actitud del colectivo puede ser conducido hacia el uso de los recursos naturales para el beneficio de los individuos y no hacia catástrofes sociales. Todo depende de la Base Social y los modelos mentales previamente formados al establecimiento de un proyecto.

La construcción de Base Social es un arte de la política seria y sublime, sin la construcción de la misma no podría existir Nación o Comunidad y es la única manera de hacer frente a sociedades estructuralmente débiles. El Colectivo adecuadamente estructurado brinda estímulo para trabajar, invertir, innovar, crecer, y destruye los miedos y la intimidación.

La base social implica la interrelación entre diferentes colectivos que están dispuestos a impulsar un proyecto, por su involucramiento y convencimiento que el mismo traerá progreso y desarrollo para la colectividad. Nosotros hemos llamado a esta red de colectivos una “Constelación”, en el cual los ciudadanos agrupados en diferentes instituciones independientes entre sí deciden actuar en un sentido, lo que le  da (pese a su independencia) sentido de faro a su actuar en la Sociedad, así es como la Cruz del Sur compuesta por estrellas independientes pero que han decidido actuar en conjunto, guían y conducen a los extraviados en el proceloso mar. Continuaremos en la próxima edición.







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