Por Stakeholders

Lectura de:

Rafael Valencia-Dongo Cárdenas
– Presidente Ejecutivo Grupo Estrategia


Inversión, conflictividad y sobre regulación en minería


En nuestra anterior publicación, destacamos que el Estado no encuentra una solución adecuada a la paradoja “a mayor inversión, más conflictos”. Tomando esto como punto de partida, podemos agregar que se trata de una situación de la cual el Gobierno es consciente y que está pronto a enfrentar.

En recientes declaraciones en la 33° Convención Minera Perúmin, la ministra de Energía y Minas, Cayetana Aljovín anunció la elaboración de un reglamento ambiental que permita fomentar las exploraciones. Asimismo, comentó que se simplificarán y reducirán las 625 normas que regulan la minería, con la finalidad de destrabar proyectos valorizados en aproximadamente 50.000 millones de soles.

Si estos anuncios de la ministra Aljovín llegan a conocer la realidad, podremos contar con una reducción de la pobreza en el Perú de 21% a 14%. Estas cifras, junto a lo acotado en el párrafo anterior, nos muestran la realidad de la permisología como un gran tapón que obstaculiza la libre circulación de las inversiones, lo cual, a su vez, atenúa el desarrollo nacional.

¿Cómo lograr la aceptación social desde el Estado?

La propuesta de la creación de un ente central que gestione los recursos naturales y el ambiente nos parece una solución adecuada para el problema de la permisología legal, que es compatible con las recientes propuestas del Ministerio de Energía y Minas (MEM). Dado que esta sería solo parte de la solución, queremos abordar ahora las iniciativas que nos permitirían alcanzar la aceptación social en un contexto de conflictividad como el que se vive en muchas regiones en las cuales hay proyectos mineros estancados.

La posibilidad del Estado de generar aceptación social frente a la inversión pasa por revalorar su poder. Su presencia como Estado debe fortalecerse en la mente del poblador de la zona, por lo menos, dos años antes que llegue la inversión. Sus principales acciones deben ser:

  • Generar transparencia. Instalar sistemas de lucha contra la corrupción a nivel de comunidades, gobierno municipal, provincial y regional, que evidencie de inmediato el uso doloso de los recursos del Estado.
  • Auditar la formación y el uso de sus recursos de las juntas de regantes.
  • Permitir que se realicen denuncias anónimas con recompensas.
  • Proveer a la justicia de elementos de vigilancia: cámaras, sistema en línea de antecedentes penales y judiciales, bienes muebles e inmuebles y migraciones.
  • Que los jueces y los fiscales sean foráneos para evitar los síndromes del miedo e intimidación.
  • Que exista un programa concreto de obras ejecutables sujetos a la instalación de la inversión (uso de créditos contra canon y regalías futuras).
  • Generar demanda de la presencia de la empresa como articuladora del crecimiento de la comunidad.
  • Trabajar con la emoción generando sentimientos, antes que trabajar solo y principalmente con la razón.

Se debe generar confianza en las instituciones del Estado, deseo de colaborar con el bien común, transformar la desesperanza en esperanza en un futuro mejor, de manera que el ciudadano adquiera la experiencia de ser gestor de su propio desarrollo y el de la sociedad con el apoyo del Estado y usando la palanca de la empresa.

Dentro de las líneas de acción del Gobierno está legislar para el desarrollo con la creación de leyes y normas que forjen un desarrollo equilibrado, desde las perspectivas económica, social y medioambiental; para lo cual se proponen las siguientes acciones:

  • Reformar y modernizar la estructura administrativa del Estado. Por ejemplo, crear un ente que dirija todos los aspectos de la explotación y sostenibilidad de dichos recursos.
  • Fomentar procedimientos de obras por impuestos, adelantado.
  • Fomentar que los procedimientos del sistema de inversiones del Estado para la ejecución de obras (MEF: invierte.pe, adquisiciones y presupuesto) se realicen en forma expeditiva.

Además de utilizar la persuasión y la generación de emociones fuertes de amor a lo propio —entendido como lo nacional—, el Gobierno debe suscitar una especie de razón común, que permita la comprensión de la realidad propia, de los valores que deben promoverse y los antivalores a rechazar; para lo cual se proponen las siguientes acciones:

  • Desarrollar inteligencia para la persecución implacable de ideas y actos contrarios a los derechos humanos y la concepción igualitaria de la sociedad.
  • Regularización de estaciones de comunicación en la zona, pues las que actúan de manera informal o ilegal son fácilmente sujetas a chantaje por parte de los opositores. Junto a esto, se debe hacer un uso adecuado de las agencias de comunicación del Estado.
  • Mantener a la opinión pública bien informada: de locales y de migrantes radicados en las grandes urbes.
  • Tratamiento psicológico contra las emociones de desesperanza e indefensión.

La solución consiste en disminuir los conflictos, lo cual conllevará casi automáticamente a la reducción o simplificación de los trámites existentes. Esta dinámica es opuesta a la realidad actual, en la que aumentan los conflictos y aumentan los trámites. Cuando la inversión se reduce; sin embargo, los trámites no retroceden, generando una relación perversa, poca inversión y gran cantidad de trámites.

La inversión es fuente de desarrollo y como tal debe ser impulsada y bien librada de aquellos que pretenden limitarla o restringirla por razones ideológicas o pecuniarias.







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