Por Stakeholders
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Las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) son agentes económicos que están llamados a jugar un papel muy importante en la dinamización de nuestra economía, a través del comercio y las inversiones directas. Las PYMES vienen aportando cifras muy significativas en la economía del país, representan el 96,5% de la fuerza empresarial que existe en el Perú, generando empleo a más de 8 millones de peruanos; se ha posicionado como el sector productivo más influyente aportando el 20,6% de la producción total peruana; ser una PYME es sinónimo de emprendurismo y de ingenio empresarial.
Sin embargo, si bien estas cifras son alentadoras, la gran mayoría de PYMES desaparecen del espectro empresarial en un corto tiempo. Si comparamos con las cifras de la última década, nos damos con la lamentable sorpresa que las PYMES han sufrido un terrible descenso en su aporte al PBI en más del 50% (47% 2013; 44% 2014; 42% 2015; 22% 2016; 20% 2017). Jorge Adrianzén Zúñiga, CEO de FENIX Consultoría Integral, asegura que la gran mayoría desaparecen del espectro empresarial en un corto tiempo, debido a la falta de planificación y carencia de visión empresarial, dejando de lado dos puntos importantes: la sostenibilidad y la competitividad.
“La falta de un desarrollo organizacional y una estrategia planificada hace que las PYMES no solo sean creadas de forma empírica desordenada, sino que también tengan un tiempo de vida corto. Se sabe que muchas PYMES no llegan a pasar los cinco años de vida. Por ello es muy importante que las PYMES deban aplicar herramientas de gestión en todos sus procesos, que les permitan lograr un crecimiento sostenido, tal como lo hacen las grandes empresas y corporaciones”.
Este crecimiento desordenado les impide también ser una empresa competitiva, puesto que tendría un limitado acceso a mercados nacionales y ninguna posibilidad a competir en los mercados internacionales y mucho menos poder ser valorizada para una posible venta. Si no hay quien compre sus productos y/o servicios, sencillamente las empresas, cualquiera que fuera su tamaño, no podrían subsistir. Es decir: “si la empresa no vende, desaparece”
“El 72% de las empresas formales en el Perú no cuentan con un Sistema de Gestión que les permitan ser competitivas, imaginemos entonces cuál es la situación de las empresas de menor tamaño como las PYMES. La consecuencia no solo es la imposibilidad directa de entrada en los mercados, sino también de ser proveedoras de empresas más grandes que si pueden tener acceso a mercados internacionales, pero que en muchos casos solicitan certificaciones ISO por ejemplo, y exigen trazabilidad de los productos y componentes usados en su elaboración”, remarcó Jorge Adrianzén, CEO de FENIX, consultoría integral.
La mejora de la competitividad de las empresas permite acceder a nuevos mercados internacionales y con ello ampliar y diversificar la oferta productiva del país. Y es que el crecimiento económico del Perú será sostenible si las empresas nacionales aumentan su productividad en paralelo. Esto depende de múltiples factores como la mano de obra, el uso de equipos, el entorno empresarial, entre otros.
Es por ello que, sostenibilidad y competitividad, son dos de los grandes problemas que están haciendo desaparecer las PYMES, a pesar de los esfuerzos que pueda hacer el gobierno para rescatarlas y evitar su caída. Es importante que los empresarios sepan que, para crecer y no morir en el intento, necesitan organizarse.
