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En las alturas de Huarochirí aún se conservan las denominadas amunas, pertenecientes a toda una gran familia de técnicas sociales y sistemas andinos para el manejo del agua, del suelo y los cultivos.


Por Andrés Alencastre

Coordinador Nacional de la Asociación Civil para la Gestión del Agua en Cuencas (Agua-C)

El antiguo Perú fue esencialmente una sociedad hidráulica. Una realidad impresionantemente determinada por la presencia de las montañas de Los Andes, fue cuna de civilizaciones basadas en el entendimiento y comprensión plena del ciclo del agua. Ellos supieron integrarse a la estacionalidad de las lluvias y su relación con el suelo y las plantas de todos los ecosistemas, en un marco de diversidad de pisos ecológicos. A esta capacidad de entendimiento se la asumió como una relación de “crianza” de todo el complejo multidimensional de la naturaleza y la sociedad en una figura majestuosa del “tú me crías y yo te crío”.

Esa reciprocidad marca la unidad y totalidad del entendimiento andino de su explicación del mundo y cosmos. En las alturas de Huarochirí, a 3,650 msnm, en el distrito y Comunidad Campesina de Tupicocha, aún se conservan las denominadas AMUNAS. Las amunas, pertenecen a toda una gran familia de técnicas sociales y sistemas andinos para el manejo del agua, del suelo y los cultivos, donde se encuentran también los andenes, waru-warus o camellones, Ccochas, chacras hundidas, galerías, diques subterráneos, esponjas hídricas, el “mamanteo” o el punku con pircas .

El nombre de “amunas” viene del vocablo quechua que, según el lingüista Marcos Ferrell, tiene el significado de “retener el agua en la boca” para soltarla a voluntad en otro lugar. Se trata, pues, de una experiencia ancestral de recarga artificial del acuífero de las montañas de los Andes. En concreto, las Amunas constituyen un sistema hidrogeológico y socio-cultural complejo y muy organizado, que sigue la siguiente ruta: La población en trabajo comunal captura las aguas de las lluvias y la conducen superficialmente por las llamadas “acequias amunadoras” hasta lugares predeterminados donde se provoca la infiltración deliberada de las aguas para que, desplazándose subterráneamente, afloren en los manantiales y quebradas ubicadas mucho más abajo para uso y provecho de las familias, sus cultivos y crianzas, así como para los mismos ecosistemas del entorno.

En todo ese “ciclo”, año a año, se reproducen las actividades productivas y la vida misma de la población con todo los valores, normas y tradiciones –ritos y fiestas de limpieza de acequias amunadoras- envivencias llenas de sincretismo religioso, que constituyen la cosmogonía de las comunidades de la cuenca alta del río Lurín-Pachacamac.

En Tupicocha no hay glaciares por lo toda el agua que disponen sólo proviene de las lluvias. Frente a ello, desde antiguo los Tupicochanos se han organizado para manejar sus actividades agrarias en sistemas de secano (cultivos y pasturas naturales con agua de lluvias) y las Amunas. Luego han construido y puesto en funcionamiento del Canal de Willcapampa de 53 Km de largo, y en los últimos años se han instalado varios reservorios de distinto tamaño para ampliar la capacidad de regulación del agua dese las cabeceras de la cuenca. Paralelamente se ha dado énfasis a las actividades de forestación y de organización del uso del suelo, como evidencias de adaptación y mitigación ante el cambio climático.

En la proyección de lo expuesto, las amunas constituyen una de las prácticas social-culturales más importantes, aunque no la única, del legado de las sociedades prehispánicas para la gestión del agua en los momentos actuales. Su bajo costo de localización, construcción, operación, mantenimiento y aprovechamiento, asociado a los altos rendimientos sociales, económicos y ambientales, permitirá que las comunidades de las montañas de Los Andes retengan sus poblaciones y puedan, productivamente, enfrentar las manifestaciones del cambio climático en curso.  Las Amunas merecen ser vistas como alternativas de alto potencial social e hidrológico, para ser aplicadas en todas las cabeceras de cuencas de la costa y sierra peruanas.

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