Fuente: UNFV

Por Stakeholders

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Por: Rosario Calderón 
Socia de Advisory de KPMG en Perú  

Está claro que la minería es un pilar fundamental para la economía del país y para combatir la pobreza, ya que fomenta el empleo y permite el desarrollo de infraestructura para atender necesidades propias de la actividad minera y necesidades básicas de la población, tales como la salud y la educación. El pasado mes de julio, el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) presentó el estudio “Beneficios macro y microeconómicos de la minería”, dando a conocer cifras contundentes. Según dicho estudio, el sector genera 174 mil empleos directos y más de 1.1 millones indirectos, logrando beneficiar a 5.3 millones de personas; es decir, al 16% de la población total del país.

Además, entre los años 2001 y 2016, el Estado ha recaudado 98,226 millones de soles provenientes de la minería, de los cuales aproximadamente 47 mil millones han sido transferidos por conceptos de canon y regalías a los gobiernos regionales, municipios y universidades, con el objetivo de que se desarrollen importantes obras públicas en favor de la población. El estudio también señala que con la puesta en marcha de los proyectos mineros en cartera, cuyo valor asciende a más de $ 46,700 millones, el Perú disminuiría su tasa de pobreza de 21% a 14% al año 2021.

De acuerdo con este estudio, la minería alcanzaría los 255 mil puestos de trabajo y 1.6 millones de empleos indirectos, beneficiando así a más de 7.7 millones de personas en el territorio nacional.

A nivel mundial, la demanda de minerales y metales tiene un incremento anual de más del 2%. Para satisfacer esa demanda, las empresas tienen que encontrar formas nuevas y más eficaces de descubrir y explotar las reservas de minerales.  A medida que las minas se agotan, estas reservas son cada vez más difíciles de explotar, por otro lado, el mineral que queda es de menor ley (contenido metálico), lo cual incorpora un elemento adicional: incremento del costo de producción.

Las condiciones mencionadas, hacen imperativo el uso de la innovación, para incrementar la productividad, reducir el riesgo de accidentes, optimizar recursos, ejecutar tareas de explotación de manera segura y garantizar procesos de mayor rentabilidad futura.

Con procesos más eficientes se ahorran costos y se pueden medir los resultados. Para su implementación  se necesita determinar el enfoque, la estrategia, el ecosistema de innovación y sincronizarlos con los procesos de la organización. En este sentido el liderazgo de la alta gerencia es fundamental, sin una visión estratégica y holística cualquier proceso innovador no tendrá los resultados esperados. Un ecosistema de innovación es una relación dinámica y de mucha colaboración en que intervienen diversos actores ligados a la industria minera, para sacar proyectos adelante, compartir riesgos y experiencias.

Rosario Calderón

Por otro lado, en los últimos años,  los principales desafíos han sido, el diálogo y la búsqueda de consensos en torno al desarrollo de grandes proyectos, como Conga, Tía María o Rio Blanco, que se paralizaron por la conflictividad social, pero que a su vez evidenciaron la importancia de la comunicación y el diálogo para entender las necesidades de la comunidad e informar sobre los beneficios reales y sostenibles que puede generar la minería para el entorno local y su desarrollo. Por lo tanto, es importante el rol del Estado como aliado, es importante que lleguen los servicios fundamentales como la educación y salud de calidad a las zonas de influencia.

De esta manera, la ciudadanía apreciará los beneficios de la actividad productiva y generará confianza para el desarrollo de los proyectos en cartera.

En resumen la minería es sostenible teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

  • Excelencia operativa como eje fundamental.
  • Incremento de la productividad mediante innovación. Aprovechar la revolución digital en procesos y operaciones
  • Trabajar en ecosistema, es decir, asociarse entre mineras para llevar proyectos adelante  y compartir riesgos
  • Trabajar en una visión extendida del bienestar corporativo y personal, de responsabilidad social empresarial y del medio ambiente, escuchar a los grupos de interés
  • Trabajar en la inclusión laboral y seguridad en el trabajo.
  • Transparencia y mayor rigurosidad en los reportes a la bolsa y a los stakeholders con información financiera, de responsabilidad social y ambiental.






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