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¿Es el TPP una amenaza para el sector farmacéutico?

Por Stakeholders

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El polémico tratado que ha puesto en debate a distintas secciones del Perú, tiene implicancias y repercusiones en el terreno de la medicina, que no han sido oportunamente aclaradas y hoy ameritan un profundo análisis.

por Chriss Ríos

crios@stakeholders.com.pe

EL ESCENARIO

Es grande la controversia generada en nuestro país a causa de la firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, más conocido como TPP por sus siglas en inglés, el cual fue negociado secretamente durante cinco años y finalmente firmado en febrero del 2015 por los países implicados (Estados Unidos, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile). Lo que ahora está pendiente es que los congresos de cada país lo ratifiquen en un lapso de 2 años, en caso de que esto no ocurra, una cláusula se activará y establecerá que solo si el 85% del PBI conjunto ha hecho oficial su aprobación, el acuerdo entra en vigencia. Faltando menos de un año para que venza el plazo, existe un considerable número de organizaciones de la sociedad civil con posturas en contra, las mismas que enfatizan que el principal sector en riesgo es el farmacéutico y, en consecuencia, la salud. Es aquí cuando surge esta interrogante: ¿En qué consiste realmente el TPP y cuáles son sus implicancias en este ámbito?

LA CONTROVERSIA

El objetivo de este tratado es eliminar las barreras arancelarias entre las naciones en cuestión y hacer que el tránsito de bienes y servicios sea más fluido. “Al Perú le representa una serie de normas nuevas que van a liberalizar el mercado y generar progreso en el potencial exportador”, opinó Carlos Fernández-Dávila, Asesor Legal de la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFARPE), quien agregó que este hecho es una buena señal de que el Perú está en la ruta del libre mercado y respeta las inversiones. Sin embargo, para Javier Llamoza de Acción Internacional para la Salud, este acuerdo tiene muchas más implicancias de carácter negativo, pues el TPP también otorga exclusividad en el mercado a los productos que cuentan con “protección de propiedad intelectual”. “Cuando un producto tiene exclusividad lo que se genera es monopolio, y cuando existe monopolio hay precios altos. Si esto se aplica en el campo de los medicamentos, las consecuencias serán gravísimas en el sistema de salud”, precisó Llamoza.

Con respecto a ello, Carlos Fernández-Dávila alega que ésta es una argumentación errada, pues tratados como éste ya se han dado anteriormente en el Perú y no han surgido monopolios y los precios de las medicinas se han mantenido estables. “Desde que se firmó el TLC con EEUU en el 2009 nada de esto ha ocurrido. Esa es la realidad, lo demás son solo mitos y especulaciones”, afirmó. Además, puntualizó que gracias al TPP, en vez de monopolio se va a promover la competencia en el mercado farmacéutico, lo cual en el largo plazo va a beneficiar a los consumidores. La oferta de medicamentos en el mercado peruano reportó un crecimiento del 36% (del 2010 al 2014) y las importaciones aumentaron 6.1% anual, de acuerdo con cifras manejadas por el MINCETUR. Pero para entender mejor el panorama, es necesario saber que el TPP establece un capítulo de protección de datos de productos de síntesis química y otro (el más novedoso y polémico), de protección de datos de productos biotecnológicos. Pero, ¿qué son los productos de síntesis química? Y ¿qué son los biotecnológicos?

CONCEPTO 1: SÍNTESIS QUÍMICA

Cuando un medicamento entra a un país y quiere circular en el mercado, está obligado a dar información detallada de sus componentes (indicaciones, seguridad, eficacia, contenido). La protección de datos de productos de síntesis química, implica que cuando éstos ingresen a un mercado tienen la facultad de proteger esta información, es decir, restringir el acceso a estos datos a las empresas competidoras y prácticamente sacarlas del mercado, puesto que lo único que les quedaría por hacer es llevar a cabo sus propios estudios e investigaciones (lo que representa demasiado tiempo y plata), así como realizar pruebas en animales y humanos (lo cual atenta contra la ética). “En consecuencia, el que registra esta información de síntesis química en el mercado es el único en competencia y vende al precio que le parezca”, explicó Javier Llamoza.

CONCEPTO 2: TECNOLOGÍA EN EL ADN

A diferencia de los productos de síntesis química, los de origen biotecnológico se forman a partir de un ser vivo y se les hacen modificaciones genéticas que dan productos mejorados. El TPP va a instaurar la protección de datos de estos elementos, que cuando estén en posesión de algún laboratorio, tendrán el acceso restringido para la competencia. “Otros laboratorios nunca podrán crear una materia viva igual; generar dos biotecnológicos idénticos es imposible porque no hay sobre la Tierra dos seres vivos de iguales características. A lo más podrán crearse productos similares, pero el efecto será distinto”, sentenció Llamoza. Aquí no existen productos genéricos, eso solo se da en síntesis química; como es el caso de la amoxicilina, que existe con nombres distintos en varios laboratorios, pero con el mismo contenido y efecto. Para Llamoza, la competencia será reducida o nula pues la mayoría no cuenta con presupuesto y tecnologías para hacer sus propios biotecnológicos y, por ende, la compañía monopólica colocará el precio que desee.

Por su parte, Carlos Fernández-Dávila recalcó que por ser productos muy sofisticados y adelantados su fabricación es escasa, estando solo México y Brasil a nivel Latinoamérica entre las naciones que recién empiezan a elaborarlos. Precisó que por esa razón, su manufactura y desarrollo son muy complejos y costosos, pero a cambio tienen la gran virtud de ser sumamente específicos al momento de atacar determinadas enfermedades, no presentan efectos colaterales y son ambulatorios; todo aquello en conjunto representa un gran ahorro, puesto que no se gasta en internamientos ni en medicinas para aliviar efectos secundarios. “Al representar los biotecnológicos un gran progreso para la ciencia del tratamiento y para la esperanza de vida, debe motivarse su desarrollo. Lo que hará el TPP con la protección de datos es redoblar los incentivos y así otros laboratorios trabajarán arduamente en fabricar sus propios productos. A mayor competencia, mejores alternativas para el consumidor, lo que decantará en una baja en los precios en el largo plazo”, enfatizó.

EL CASO DEL TRASTUZUMAB

Un ejemplo claro que ilustra la problemática del TPP y los biotecnológicos, en opinión del vocero de Acción Internacional para la Salud, es el caso de Trastuzumab, biotecnológico que trata el cáncer de mama y que está en posesión de Laboratorios Roche. El costo de su elaboración es de S/. 96 aproximadamente, pero por ser el único en el mercado peruano se vende a  S/. 5500. “Obviamente el precio de venta debe ser superior al de elaboración, pero este es un monto en extremo descarado” afirmó Llamoza, agregando que “el proveedor es el que pone el precio y el Estado no dice nada porque se supone que así funciona el libre mercado, pero ¿puede haber libre mercado con un monopolio que obstruye la ley de la oferta y la demanda?”. En el año 2014, Essalud gastó en Trastuzumab 30 millones de soles comprándole únicamente a Roche, y un estudio llevado a cabo por META en el 2015 afirma que el Perú es el país que paga los precios más altos en medicamentos. “Es este el actual escenario y así continuará de entrar en vigencia este acuerdo”, reiteró.

Asimismo, el vocero de Acción Internacional para la Salud, manifestó que en el 2012 se debió gastar un aproximado de 500 millones de soles para cubrir todos los casos de cáncer de colon, mama y pulmón; los cuales son los más frecuentes en el país y justamente requieren del uso de biotecnológicos. Sin embargo, el Estado solo invirtió 86 millones. Hay una brecha enorme que no se cubre, esto se traduce en miles y miles de personas que no reciben tratamiento. “Por ejemplo, un ama de casa que vive con el sueldo mínimo ¿podrá solventarse una enfermedad de éstas? La respuesta es no: si se enferma, se muere. Así de cruda es la realidad”, sentenció Llamoza. A su criterio, si el TPP se acepta, otros laboratorios no podrán fabricar productos como el Trastuzumab y no se generará una libre competencia que establezca precios muchos más justos en el mercado. Esa es la razón por la que él considera tan trascendental que no se protejan los datos de prueba de productos biotecnológicos.

En contraparte, Carlos Fernández-Dávila enfatiza que las organizaciones que promueven este tipo de medidas, no tienen en cuenta que aquello implica una solución sólo en el corto plazo, pues en el largo plazo no existirán nuevos y mejores biotecnológicos al no haberse incentivado el desarrollo e innovación de éstos. “El panorama que pronostico si se rechaza el TPP, es que en el futuro el peruano tendrá un sistema de salud discriminatorio; solo el que pueda traer sus medicinas de fuera podrá tratarse, el resto lo hará con medicamentos d la época de la carreta”, aseveró Fernández-Dávila.

EL DEBATE

Javier Llamoza remarca que aquí los fármacos biotecnológicos se protegen durante cinco años, tiempo en el que el laboratorio que cuenta con el producto puede poner el precio que quiere. Además, sostiene que el TPP establece una cláusula que afirma que si es que existen “razones comerciales justificables”, esta protección de datos de prueba puede ampliarse por tres años más. “Finalmente esto va a implicar 8 años asegurados de monopolio y precios inaccesibles”, sentenció Llamoza. Del otro lado, Fernández-Dávila asegura que ningún acuerdo comercial limita el acceso a medicamentos, lo que sí lo limita es la carencia de políticas públicas que garanticen la calidad en los tratamientos de salud. “Tiene que existir un reglamento que permita a la gente tener acceso a fármacos 100% seguros y no de calidad dudosa”, aseveró.

“El reglamento es en vano; no se generarán incentivos para innovar en biotecnológicos, porque la competencia lo que hará, en la mayoría de los casos, es dar un paso al costado”, refutó Llamoza, y agregó que él está completamente de acuerdo con la apertura de fronteras y fluidez de mercado, pero sin que ello implique perjudicar a las personas en un tema tan sensible como la salud, “la gente morirá a pesar de que la solución exista en el mercado”, sentenció visiblemente indignado. Pero para el representante de ALAFARPE, que cualquier laboratorio acceda a la información de los biotecnológicos, baja considerablemente el nivel de exigencia en la producción de medicamentos, lo que decantará en una disminución de la calidad que reciben los pacientes. “Los detractores del TPP, TLC y todo aquello que nos haya traído progreso al país en los últimos años, no tienen en cuenta las graves consecuencias a largo plazo”, finiquitó Carlos Fernández-Dávila.

CONCLUSIÓN

Aparentemente, ninguno de ambos lados cederá. Sin embargo, la decisión final no la tienen ellos, sino las grandes potencias (como Estados Unidos y Japón), que en los próximos meses deberán decidir si entra en vigencia o no el polémico Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. Algunos dicen que sólo protegiendo la información de estos fármacos se incentivará el desarrollo de medicinas de alta calidad, lo que a la larga tendrá al paciente como gran beneficiario, pero otros alegan que es nada lo que se va a estimular y que al establecerse un monopolio, los precios volarán y la gente no accederá a los medicamentos que requiera. Sean cuales fueren las políticas públicas que se impongan, aquí lo que debe prevalecer por encima de cualquier debate y cualquier tratado es lo siguiente: ninguna nación en el mundo puede crecer si es que la salud de su población se encuentra resquebrajada.

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