Por Stakeholders

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Por: Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe


A raíz del WORKTECH 17, conferencia internacional líder dedicada a reflexionar y debatir sobre el futuro del trabajo, los espacios corporativos, el impacto de la tecnología y los desafíos de innovación en este terreno, Stakeholders entrevistó a Víctor Feingold, Fundador y CEO de Contract Workplaces, quien analizó la relevancia que tienen los espacios corporativos en el bienestar de los empleados.

¿Qué relación tienen los espacios corporativos, tecnología e innovación con el futuro del trabajo?

Pensar en el futuro del trabajo es llegar a entenderlo como la convergencia entre los entornos de trabajo, las personas y la tecnología, mediados y atravesados por el paradigma de la innovación. En ese sentido, el diseño y configuración de la oficina física debe reflejar el modo de trabajar de la organización, debe contemplar su cultura, procesos y la tecnología de la que dispone. Desde el diseño y para dar forma a las nuevas tendencias de trabajo se crean espacios alternativos y flexibles, que a su vez sean lo suficientemente versátiles como para posibilitar la reconfiguración y adaptación a los diferentes requerimientos cambiantes de la compañía.

No se trata de un modelo estandarizado, sino que este enfoque se aplique de manera tal que se adapte a la amplia gama de necesidades, contextos y culturas corporativas que existen para responder a las necesidades de cada organización. El diseño de una oficina virtual debe incluir una estrategia integradora que cree sinergia entre el espacio físico, la tecnología, los procesos de trabajo y la cultura de la organización.

¿Cuáles son las tendencias mundiales en arquitectura corporativa?

Víctor Feingold, Fundador y CEO de Contract Workplaces

En el presente contexto, es claro que el espacio de trabajo es sometido cada vez a mayores exigencias. Ya no sólo se les pide que sean funcionales, sino que además, soporten la movilidad de sus equipos, permitan sucesivas y frecuentes re-estructuraciones para adecuarse a los cambios del negocio, que actúen como herramienta para retener y atraer talentos y que aporten a la motivación y al compromiso del equipo de trabajo.

Es por eso que son cada vez más las organizaciones que requieren que el entorno se alinee con las tendencias actuales en materia de diseño e implementación de espacios de trabajo. La flexibilidad, la colaboración, los avances en tecnología han revolucionado el mundo laboral, por eso las compañías buscan transformar sus oficinas en espacios de encuentro y de trabajo compartido. Prevalecen áreas de open space y de coworking, salas de usos múltiples, meeting points y distintos tipos de amenities, como áreas de juego, terrazas, entre otros. En general, son varias las tendencias actuales que están impactando en el diseño de oficinas, las que predominan son aquellas que apuntan a resolver la problemática de la reducción de metros cuadrados disponibles en el mercado y a hacer más eficiente su uso. Lo cierto, es que no existe una única solución para todos, sino que cada compañía debe adecuar su espacio de trabajo de acuerdo con sus necesidades y sus objetivos.

¿De qué forma las nuevas aplicaciones que están emergiendo alrededor del mundo transforman la experiencia del usuario en un determinado espacio de trabajo?

A medida que se desarrollan nuevas tecnologías, crece la expectativa por estar constantemente conectados, impulsando una transformación hacia un estilo de trabajo ágil y flexible. La introducción de aplicaciones relacionadas con el ámbito de trabajo implica que la red de cada persona puede ampliarse e incluir a todos los presentes en el edificio. Una aplicación puede ayudar a los empleados a comunicarse entre sí, e incluso generar encuentros casi inesperados para optimizar la colaboración y fomentando el sentido de  comunidad. Por otra parte, mejora la experiencia de uso del espacio, ya que permite acceder disponibilidad de salas, equipos, etc.

¿En qué medida el edificio afecta el bienestar de los empleados? ¿Puede alterar nuestra calidad de vida?

Considerando que el 90% de nuestras vidas transcurre en el interior de edificios y, una gran parte de ese porcentaje, en las oficinas, la respuesta es sí, puede hacerlo. Es por eso que las empresas están destinando cada vez más esfuerzos a mejorar el bienestar de sus empleados. Si bien el bienestar y el confort son variables importantes y de alto impacto en los colaboradores que no deben desatenderse, el edificio y el diseño de la oficina afecta también el medio ambiente. Es por eso que, a la hora de pensar un entorno de trabajo, la sustentabilidad ha dejado de ser un plus adicional y ha pasado a ser un requerimiento básico.

Para lograr un uso eficiente del espacio (numerosos estudios indican que el 60% de las posiciones están vacías durante la jornada laboral), la solución más sostenible es adoptar un modelo flexible: los puestos de trabajo no asignados y los espacios multifuncionales son la clave de este nuevo tipo de organización. Una oficina cerrada puede usarse como sala de reunión o espacio de trabajo individual dependiendo del usuario y de la necesidad del momento. Hay muchas oportunidades para flexibilizar el uso de los espacios y la idea es sacar el mayor provecho de cada uno.

En relación a lo anterior, ¿de qué forma este tema se relaciona con la construcción sostenible?

Un edificio es sustentable cuando su diseño (incluyendo sus métodos constructivos) reduce de manera significativa -o mejor aún- elimina el impacto negativo que las edificaciones tienen sobre el medio ambiente y sus habitantes. De esta manera, se trata de alcanzar la
sustentabilidad ecológica y ambiental, teniendo también en cuenta las dimensiones económica y social.

En principio se pueden encarar cinco áreas dentro de lo que se considera “diseño sustentable”: planeación del sitio, eficiencia en el uso del agua, la energía, los materiales y los recursos, y la calidad del aire interior. La sumatoria de esas cinco áreas se va a traducir en edificios más saludables, duraderos, confortables, eficientes y ambientalmente responsables. Pero como hemos mencionado, las compañías también pueden adoptar una estrategia sustentable desde el diseño, aprovechando correctamente la tecnología, desde su cultura, etc.

Es imposible concebir el futuro del trabajo sin tener en cuenta este eje tan fundamental que sin duda beneficia tanto a las organizaciones como a las personas, trabajen o no en ella.







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