Por Stakeholders

Lectura de:

Según resultados de la Encuesta Demográfica y Salud Familiar (Endes) – 2013 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 17.5% de los niños menores de 5 años sufren de desnutrición crónica. En este sentido, Acción Contra el Hambre (ACH) con más de 7 años de intervención en el país, viene realizando una importante labor frente a la salud de niños y mujeres.

Por Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe

Según Oliver Longué, Director General de Latinoamérica de Acción Contra el Hambre, la desnutrición en el Perú mantiene niveles altos en diversas regiones del país. Esto se debe en gran parte a la prevalencia de desnutrición crónica en las zonas rurales. Mientras que en la capital existe un 4%; en el ámbito rural se obtiene un 28% y al 32,8% en la sierra central aproximadamente.

¿En qué niveles se clasifica la desnutrición?

La palabra “desnutrición” es el tecnicismo de “hambre”, que se clasifica principalmente en 2 niveles. En esa línea, la desnutrición aguda trae consecuencias muy graves como poner en peligro la vida de los niños. Afortunadamente, este tipo de desnutrición no existe en América Latina excepto en Guatemala y en zonas remotas del Amazonas. El segundo nivel de desnutrición es la crónica, que en el Perú está en proporciones considerables.

¿Cuál es la dimensión del problema

Según Oliver Longué, Director General de Latinoamérica de Acción Contra el Hambre

Para explicar la dimensión del problema, podemos ejemplificar el hecho que significa para un adulto no comer en 40 días; y que en el día 41 empiece a alimentarse de manera regular. Evidentemente, se notará un cambio drástico en tanto física como mentalmente que requerirá de seguimiento constante para volver a su estado saludable. En cambio, la situación del niño es distinta. Desde el momento de la concepción hasta los dos años es fundamental que reciba todos los nutrimentos y calorías que necesita en su desarrollo. De lo contrario, se verá afectado de por vida. Por lo tanto, la desnutrición aguda pone en riesgo la salud de los niños.

Por otra parte, un niño que ha padecido de desnutrición crónica será físicamente más pequeño, con características intelectuales y físicas que afectarán el crecimiento de su desarrollo. Mientras que una persona adulta que ha sufrido de desnutrición crónica será más débil y menos productivo, lo cual lo hará incapaz de aprovechar las oportunidades que se le presente. Efectivamente, la desnutrición crónica es, realmente, un mecanismo de transmisión de la pobreza de una generación a la otra.

Entonces, ¿Cuáles son los aspectos más importantes a considerar?

Es necesario concientizar a los sistemas de salud respecto a esta problemática. Frecuentemente, se observan casos en que profesionales de la salud no llegan a un diagnóstico adecuado de casos de desnutrición crónica. En un país que históricamente ha sufrido de niveles de desnutrición altos como Perú, las creencias y el fatalismo de suponer que un niño con desnutrición crónica se muera al día siguiente, impiden que haya estudios profundos sobre el tema. El personal de salud debe dar a conocer que existe una incidencia en el largo plazo en la vida de los niños.

¿Algún otro factor importante en especial?

El factor cultural es importante a considerar en un contexto como el Perú. En ello, el centro de atención reposa en las madres, dado que son, en primera instancia, quienes detectan la desnutrición en sus hijos. Inclusive, hay madres de familia que no se percatan si sus hijos están recibiendo la nutrición adecuada. En ese contexto, ellas se guían de su propia intuición o costumbre familiar para alimentar a sus hijos. Sin embargo, no solo la responsabilidad recae en ellas, sino en la suegra y hasta en las propias abuelas. Las acciones a tomar deben ser integrales y todos los miembros de la familia deben entender el verdadero problema entorno a la desnutrición crónica. En efecto, los factores culturales y sociales son claves en la desnutrición infantil.

En ese sentido, ¿Cómo Acción Contra el Hambre enfrenta esta situación?

Existen varias formas de enfrentar la desnutrición. Una es trabajar sobre la alimentación saludable ayudando a las familias en una diversificación de la dieta como por ejemplo que haya una mayor diversidad de productos frescos como más carne o pescado. En este contexto, la anemia es muy frecuente en los niños, debido a la falta de hierro, siendo considerado este último como un elemento fundamental para el desarrollo de los órganos y del cuerpo en general.

¿De qué manera trabajan con las familias?

Brindamos apoyo a las familias campesinas a través del aumento de la producción de animales de todo tipo, porque su consumo suelen subir el nivel de hierro; como por ejemplo, la sangrecita, cuyo producto es derivado de la matanza de un animal. Por lo tanto, este consumo de alimentos que contiene hierro combate la anemia. La metodología consiste en secar la sangre hasta convertirlo en polvo. De esta manera, será utilizado como insumo para cualquier comida. Esto forma parte de una larga tradición inca que se ha perdido con el transcurrir de los años. Por ende, esta manera de combatir la desnutrición debe ser trabajada desde un enfoque cultural para restablecer una buena práctica alimenticia.

¿Cuál es el mayor reto que enfrenta Acción Contra el Hambre?

En la actualidad, son dos los retos importantes. Por una parte está el aspecto de los recursos humanos. En este sentido se está trabajando con varias universidades para ir formando profesionales de salud que sepan diagnosticar la desnutrición y trabajar su tratamiento. Por otra parte, los recursos financieros para financiar proyectos, dado que contamos con la experiencia para atacar el problema de raíz. En Acción Contra el Hambre somos conscientes de que la solución al problema de desnutrición existe y con estos factores se podrá aplicar un mayor esfuerzo a grande escala para que a nivel nacional se proceda con la reducción del problema respectivamente.

 

 







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.