Elohim Monard: «Necesitamos que los jóvenes se involucren en actividades ciudadanas»

Por Stakeholders

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Por: Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe


Hagamos lo correcto. Que nuestra batalla sea convivir», es el marco de reflexión y motivación para la vigésima cuarta edición de la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) Universitario, el encuentro anual de jóvenes organizado por Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE) que reúne a más de 600 de los mejores estudiantes de universidades e institutos públicos y privados provenientes de todas las regiones y que se llevó a cabo del 6 al 9 de junio en la Escuela Naval del Perú. Stakeholders conversó con Elohim Monard, quien presidió este año este evento educativo.

¿Cuál es la situación actual que enfrenta el país en materia educativa en el contexto universitario?

En los últimos veinte años, se ha aumentado mucho la oferta educativa, especialmente privada, lo que ha permitido que miles de jóvenes más accedan a la educación superior universitaria. Sin embargo, esto ha traído una asimetría inmensa en la calidad educativa. No todas las universidades tienen la misma calidad. Lamentablemente, algunas tienen una calidad muy mala y carecen de los requisitos mínimos para brindar una educación superior apropiada. Esto impide que los egresados entren al mundo laboral y al globalizado. Por eso, una institución como la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), –que vela por que las universidades cumplan con condiciones básicas de calidad, es decir, un mínimo indispensable de características para ofrecer educación–, es tan importante.

Por otro lado, un desafío básico es que aquellos jóvenes que no pueden acceder a la educación universitaria, tengan educación técnica de calidad. Considero que debe existir una continuidad en la educación básica, técnica y universitaria.

En ese sentido, ¿qué rol cumplen los jóvenes de hoy? ¿De qué forma se puede formar el liderazgo juvenil?

Hay varias formas. CADE Universitario es una herramienta fundamental para ello. Necesitamos que los jóvenes, además de la vida universitaria que tengan, se involucren en actividades ciudadanas, por ejemplo, a través del voluntariado. Así como han aumentado el número de universidades, lo mismo ha sucedido con el número de organizaciones de jóvenes, quienes se reúnen para solucionar diversos problemas del país como educación, ambiente y reducción de la pobreza, así como la situación de los niños, los ancianos y las personas con discapacidad.

Estos jóvenes, al estar organizados, fortalecen su liderazgo, aprenden a trabajar en equipo y se comprometen con el país. Estos objetivos coindicen con los de la CADE Universitario, donde alrededor de veinte organizaciones de jóvenes se presen-tan para inspirar a más jóvenes a que formen sus propias organizaciones o convocándolos a que sean parte de sus iniciativas.

¿Qué expresa la frase: «Hagamos lo correcto. Que nuestra batalla sea convivir»?

Es una frase que tiene dos partes complementarias. La primera, «Haga­mos lo correcto […]», implica que, ante un contexto político, económico y social en el que las cualidades éticas y morales de los peruanos están en tela de juicio por los escándalos de corrupción, es necesario reforzar la idea de hacer lo correcto, que significa cumplir con los valores mínimos para actuar en sociedad. Estos valores, además, deben estar en relación al otro, a través del el respeto y la empatía, de poner-se en los zapatos del otro y de la capa­cidad de entendernos entre peruanos. Cada cosa que se haga debe tener un impacto positivo en la gente que nos rodea, en la humanidad en general.

La segunda frase, « […] Que nuestra batalla sea convivir», supone que la convivencia es una batalla que debemos emprender todos los peruanos, pero no en el sentido bélico, sino por el lado del compromiso. Si nos vamos a comprar un pleito, que sea convivir. Además, la «batalla» implica un esfuerzo y una lucha, no es fácil. Es una tarea que, después de más de quince años de crecimiento económico y democracia, los peruanos necesitamos subrayar como misión común.

De acuerdo al Monitor de indicadores de Desarrollo CADE Mide, lanzado en la CADE Ejecutivos 2016, el Perú ocupa el puesto 116 en el Ranking de Calidad de Instituciones, el puesto 65 en el Ranking de Democracia y la posición 88 en el Ranking de Percepción de Corrupción. Asimismo, es sabido que el 87 % de peruanos no confían en sus compatriotas. ¿Cómo contrarrestar dicha situación?

Lo primero es comprometer y formar a los jóvenes del Perú con las soluciones que se requieren en este momento, principalmente, a nivel institucional, es decir, repensando las reglas de juego y varias normas de la sociedad. Sí es cierto que se necesita una reforma integral de nuestro sistema político y electoral, aplicando, además, la tecnología y otros cambios innovadores. También se tiene que replantear la relación del sector público y priva-do para promover inversiones y, sobre todo, para reducir las brechas sociales y cuidar el ambiente. Estos temas tienen que empezar a ser solucionados por los jóvenes desde ya, por eso en la CADE Universitario tenemos mesas diversas en las que se discuten sobre democracia, institucionalidad y desarrollo del país a nivel económico y social, además de tecnología y, el tema principal de este año, la convivencia  entre peruanos. Los jóvenes son quienes deben liderar esta transformación.

De cara a los próximos años, ¿cuáles son los mayores desafíos y oportunidades que tiene el país?

Son muchos, pero me gustaría enfocarme en dos oportunidades: la diversidad natural y humana. Para aprovechar mejor la diversidad natural, que tantos recursos brinda al país, necesitamos gente mejor calificada y educada, que puedan trabajar en equipos y se ayuden constantemente. En ese sentido, los peruanos somos el recurso y la oportunidad más importante del país. En la diversidad está la oportunidad de innovar, por eso en la CADE Universitario tenemos un espacio llamado «Desafío CADE Universitario», donde juntamos en grupos a jóvenes de diferentes carreras y universidades para que discutan y busquen soluciones a algún problema común que afecta el Perú. Sabemos que en nuestras diferencias está el poder de solucionar los problemas del país, viéndolos desde diversas perspectivas. Esto representa la mayor oportunidad y mayor desafío para el país.

En este contexto, ¿el joven universitario resulta ser el mayor protagonista para buscar soluciones?

Los jóvenes universitarios tienen la responsabilidad de liderar el futuro del Perú. Con esto no excluyo a otro grupo de jóvenes que no tienen las mismas oportunidades educativas porque también son personas sabias y pueden dar aportes importantísi­mos. Sin embargo, los jóvenes univer­sitarios tienen una mayor respon­sabilidad porque se han formado con las herramientas que requieren las empresas y el Estado para tener un país más desarrollado, en el que todos tengamos las mismas opor­tunidades y podamos convivir en sociedad.







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