Por Stakeholders

Lectura de:

Por: Oswaldo Morales Tristán
Director de Educación a Distancia de la Universidad ESAN


“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”
Nelson Mandela

La educación conjuntamente con la infraestructura y la salud es uno de los principales pilares para que una nación pueda tener un desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de las personas. A diferencia de las otras dos la educación se centra en la formación del recurso humano, en el cultivo de las mentes que van a permitirnos en el futuro generar un grupo humano con las capacidades para desempeñarse con éxito en una economía de mercado e impulsar con el tiempo un crecimiento de las condiciones de vida de la sociedad.

Una de las falencias principales de la política nacional es que el foco de la atención se centra en la educación superior y en los últimos años en la educación universitaria cuando el principal motor de desarrollo del capital humano debe darle prioridad a la educación básica entendida como primaria y secundaria. Existe en la actualidad una gran oferta de colegios particulares que han aparecido ante la demanda insatisfecha producida por un crecimiento de la clase media que busca una educación mejor para sus hijos y ante el deterioro de la educación básica pública.

Necesitamos darle un impulso importante de calidad a la educación básica pública y tomar como modelos la administración y desarrollo curricular de los llamados colegios mayores que no tienen nada que envidiarle a muchos de los mejores colegios privados. También debe
considerarse una democratización de la educación básica pública en el sentido de ofrecer una mejora a los diferentes colegios públicos y no sólo quedarse el apoyo en algunos colegios ícono, sino llegar con educación básica de calidad a todo el país.

La prueba PISA aún nos sigue mostrando que seguimos en la retaguardia de educación básica de la región y si no mejoramos ostensiblemente a ese nivel ponemos en peligro el desarrollo futuro.

Un aspecto que merece la pena resaltarse es la necesidad de fomentar la creación de institutos tecnológicos de primer nivel como SENATI y TECSUP, que permitan la formación de mano de obra capacitada que pueda insertarse rápidamente a la actividad productiva del país y donde los ingresos de los técnicos calificados en muchos casos son mejores que los de un profesional promedio. En la actualidad sectores industriales como la minería necesita importar recursos humanos técnicos calificados de otros países como nuestro vecino Chile.

El rol de la universidad peruana debe dejar de ser vista como un negocio masivo y volver a retomar su rol de institución fuente del conocimiento. Esto implica una política más agresiva no solo en el control y regulación sino también en la inversión destinada a investigación aplicada. También en este aspecto es importante ver los ejemplos de países como Japón, donde sus instituciones universitarias tienen convenios con empresas que financian sus proyectos permitiendo una investigación de calidad pero a la vez les permite a éstas convertirse en áreas de investigación y desarrollo para las empresas privadas. Estas alianzas en esta época son imprescindibles y promueven una cooperación conjunta entre sector empresarial y universidad.







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