Por Stakeholders

Lectura de:

Por: Fiorella Amorrortu
Consultora en gobierno corporativo y sostenibilidad


Es correcto, las empresas fueron creadas para generar utilidades, pues se trata de un negocio. Sin embargo, hoy en día, necesitan hacer más que generar valor para los accionistas. Deben preocuparse por el impacto de sus acciones. Es decir, incluir los aspectos sociales y ambientales que permitan lograr mejores resultados a largo plazo y asegurar su continuidad.

Sabemos que las buenas prácticas de gobierno corporativo sirven para la dirección y control de las empresas y responder ante sus accionistas. No obstante, en los últimos años, esto viene cambiando.

Ahora se sabe que la escasez de agua, la inequidad laboral, el cambio climático, la seguridad de los productos, son temas que también afectan la última línea del negocio. Por lo tanto, las empresas necesitarán construir y mantener relaciones a largo plazo no sólo con sus accionistas, sino con todos sus grupos de interés tanto internos como externos. Es aquí donde el directorio toma un rol clave, engranándose los tres aspectos de la sostenibilidad: ambiental, social y gobernanza.

Los directores ya saben que dentro de sus funciones principales se encuentran brindar dirección en la formulación de la estrategia y supervisar la gestión de la gerencia. Sin embargo, a medida que se incrementa el interés por la sostenibilidad, el rol del directorio deberá ir ajustándose.

El punto de inicio será asumir al más alto nivel el compromiso con la sostenibilidad y entenderla. Para esto, se necesitará de una adecuada composición del directorio. La sostenibilidad podría ser un aspecto que se evalúe como parte del proceso de nominación de nuevos directores, se incorpore en el proceso de inducción o en el plan de capacitación de sus miembros.

En segundo lugar, será necesario alinear la estrategia con los aspectos sociales y ambientales. Las empresas deberán hacer un “reseteo” de su estrategia y fortalecer su cultura corporativa. Asimismo, el directorio deberá enfocarse en supervisar continuamente los planes de acción y los controles que permitan monitorear y manejar los riesgos.

Fiorella Amorrortu – Consultora en gobierno corporativo y sostenibilidad

El gobierno corporativo no es igual para todas las empresas. No hay una fórmula general o mágica (one size does not fit all), pues lo mismo ocurre con los aspectos sociales y ambientales. La sostenibilidad se puede abordar de diversas formas: a través de los actuales comités que tiene establecidos la empresa (gobernanza, auditoría, asuntos públicos, etc.), a nivel de sesión de directorio o conformando un nuevo comité de directorio que revise y discuta los temas que son materiales, se involucre en las evaluaciones de sostenibilidad, decida cómo va a comunicar sus avances, revise cuál es su posición con respecto a otros en el mismo sector, cuáles son las tendencias, entre otros.

Cualquiera sea la modalidad, será necesario fortalecer la cultura corporativa promoviendo aspectos tales como la integridad, transparencia, diversidad, atendiendo oportunamente los puntos de vista de todos sus grupos de interés, ajustando sus políticas y procedimientos e incluyendo reportes no financieros, utilizando metodologías internacionales o los mismos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Vemos en nuestro país algunas empresas, instituciones y medios de comunicación muy comprometidos promoviendo la sostenibilidad y comunicando sus avances; sin embargo, es preocupante que, según la última encuesta de La Voz del Mercado, el 74 % de encuestados calificó entre regular y deficiente la gestión de las empresas peruanas en temas de sostenibilidad. Por lo tanto, aún hay mucho por hacer. Estamos a tiempo.







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