Por Stakeholders

Lectura de:

Ornella Paz
Consultora en Comunicación, PR & Sostenibilidad
Co-Fundadora de BEE VERSA


“La moda es la 2da industria más contaminante del mundo” es una frase que escuché en el 2015 cuando veía el documental “The True Cost”, y gracias al cual tomé conciencia de la contaminación ambiental y la injusticia social que esta industria comete.

La frase no es del todo cierta, sin embargo, la realidad tampoco está muy lejana. A nivel mundial, solo el sector confección está valorizado en USD 1.3 billones y emplea más de 300 millones de personas en su cadena de valor. Al año, consumimos más de 80 mil millones de productos de moda, solo reciclamos el 1%, hemos reducido el tiempo de uso de las prendas en un 40%, y el 73% se quema o va al vertedero.

Si continuamos así, en el 2050 este sector pasará de consumir 98 toneladas de recursos naturales a 300 millones; representará el 26% del presupuesto de carbono mundial (actualmente es el 2%); y arrojará 22 millones de toneladas de microfibras al mar.

Moral y económicamente es inaceptable que una industria tan poderosa no aporte a prever y mitigar este impacto negativo. La sostenibilidad y la circularidad son estrategias que esta industria deberá incorporar en su agenda de negocios, pero, ante todo, su enfoque deberá orientarse a desacelerar la sobreproducción, a través de estrategias inteligentes.

La buena noticia es que, desde hace algunos años, la información, la sostenibilidad y la innovación son bases relevantes que los negocios de moda en el mundo están adoptando, impulsando así la producción y el consumo responsable. Latinoamérica y el Perú ya empezaron.

En nuestro país han surgido marcas de moda con gran proyección de negocios y ADN sostenible, generando impacto social y ambiental, como Evea Ecofashion, marca de zapatillas hechas a base de caucho natural, tintes ecoamigables y algodón orgánico. Su propósito es contribuir a la conservación de los bosques y empoderar a las comunidades de la Amazonía. Las Polleras de Agus es una marca que revalora la labor del artesano y el arte del bordador tradicional, produciendo prendas de edición limitada que mantienen técnicas de tejido y confección que nos lleva a reconectarnos con nuestra identidad peruana.

Ante el surgimiento de esta oferta de moda consciente e innovadora en el Perú, se creó una plataforma comercial para acercar estas iniciativas al consumidor peruano. El año pasado abrimos BEE VERSA Responsible Shopping, el primer espacio de estilo de vida sostenible del país ubicado en el CC Jockey Plaza.

BEE VERSA te lleva a conocer historias, personas y propósitos de todas partes del Perú, a través de más de 30 marcas peruanas de ropa, cosmética, calzado, joyería, accesorios, decoración y home con impacto social y/o ambiental.

A pocos meses de cumplir el primer año, BEE VERSA iniciará su expansión llegando a los 120 m2, y proyectando convocar 50 marcas para el 2020. A ello se suma el desarrollo de su propia colección de prendas hecha a base a fibras naturales.

Los retos son muchos. Ya hemos dado el primer paso enfocándonos en cambiar la percepción de frivolidad que tradicionalmente genera la industria de la moda, a través de las iniciativas peruanas de moda sostenible que han surgido los últimos 5 años.

Hoy sabemos que el país cuenta con una oferta de moda responsable que está creciendo, y que solo gracias a la elección de un consumidor informado y concientizado, logrará abarcar más mercado local e internacional.

 







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