Por Stakeholders

Lectura de:

Dra. Julianna Ramírez Lozano
Docente de la Universidad de Lima


El cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) implica un compromiso voluntario y coherente que las empresas y organizaciones públicas, privadas y del tercer sector realizan con el objetivo de alcanzar una mejor “casa común”, como dice el Papa Francisco.

Los ODS solo se pueden lograr con el compromiso decidido de todos los sectores del mundo, privados, públicos y del tercer sector. Todo ello sólo es posible gracias a las alianzas mundiales y de cooperación. Las alianzas permiten unir esfuerzos y concretar programas y proyectos a favor de diversos grupos de interés y con el beneficio compartido para todos, premisa de la responsabilidad social y del desarrollo sostenible. Siempre desde un enfoque ético y de transparencia.

La ODS número 17, por el nivel de implicancia y consenso que alcanza, debería ser considerada como una de las primeras ODS, pues sin ella no se podría conseguir la ejecución de las otras ODS. No es posible que las empresas y organizaciones generen desarrollo y sostenibilidad sin gestionar alianzas verdaderas y duraderas. En este sentido, la creación de alianzas debe unir esfuerzos a todo nivel, sobre todo de recurso humano y logístico, también económico, y de acceso a nuevas tecnologías e innovación social.

La ODS 17 permite pensar en común para beneficio particular. Las alianzas son una apuesta empresarial y organizacional que permite a las instituciones generar vínculos que les permita acceder a nuevas oportunidades no sólo comerciales, sino también de desarrollo, aporte social y desarrollo sostenible, pues las empresas necesitan de todos sus stakeholders para ser sólidas y sostenibles en el tiempo, tal como señala Edward Freeman en su teoría de los stakehoders.

Desde una mirada global, la ODS 17 también tiene como finalidad mejorar la cooperación entre los países del Norte-Sur y Sur-Norte. Algunas de estas acciones concretas son el comercio internacional responsable con políticas de valor compartido dirigidas a los proveedores y con políticas como el “justo precio”, y otras dirigidas al cliente como el “consumo responsable”, las cuales están alienadas al concepto de economía circular. Lo que busca que las empresas sean responsables por sus procesos diarios de fabricación de sus productos y también de servicio al cliente, lo cual incluye la post venta.

Es decir, la gestión de la ODS 17 implica pensar en global, pensar en sostenibilidad  y gestionar alianzas para pasar de una economía lineal a una economía circular. Necesitamos un cambio sistémico, generando riqueza y pensando siempre en la supervivencia de las generaciones futuras. Ello implica, usar recursos, utilizar el mayor tiempo posible los productos y utilizar y reutilizar los residuos de manera responsable.

De esta manera podemos concluir que la ODS 17 es la más importante de las ODS, pues abre las puertas para hacer posible el logro de las otras 16 ODS. Ahí su principal valor para conseguir el tan ansiado y necesario desarrollo sostenible. A favor de todos, no de algunos, a favor de nuestro único planeta.







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