Por Stakeholders

Lectura de:

ING. SARA CALVO JARA
Gestora de Ecoeficiencia CEPS – UNI


En una sociedad que aún se resiste a aceptar la desigualdad entre hombres y mujeres en distintos aspectos, como por ejemplo el acceso a la educación, pese a la numerosa evidencia existente y perfectamente verificable, la responsabilidad social tiene un rol fundamental.

Vista desde el enfoque universitario, no sólo debe promover una educación sólida y con estándares de calidad elevados, sino también que incida en la inclusión de las niñas y adolescentes en los sectores donde aún se visibiliza una participación baja de mujeres como lo son la ciencia, tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM)

En ese sentido, es necesario reducir la brecha de género desterrando ideas obsoletas como que ciertas carreras son exclusivamente para hombres y otros estereotipos de género que sitúan a las mujeres en planos inferiores, desarrollando una mirada inclusiva y de igualdad de manera transversal en los procesos formativos de los estudiantes, especialmente en universidades, donde la población de alumnos, así como la plana docente aún es mayoritariamente masculina.

Por ello, es clave la inserción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la formación universitaria, los cuales, si bien hacen hincapié en su objetivo 5 el logro de igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas, y en su objetivo 10 la reducción de desigualdades, se compromete en los 15 objetivos restantes a “no dejar a nadie atrás”, lema adoptado por la Agenda 2030 para el
desarrollo sostenible.

Si bien la sensibilización de toda la comunidad universitaria es necesaria e importante, es indispensable involucrar a las mismas alumnas, egresadas y docentes en dichos procesos, a fin de desarrollar su liderazgo y empoderamiento y así generar desde ellas las propuestas de valor para lograr con éxito la reducción de la brecha de género en un entorno de investigación, aprendizaje e innovación que pueda lograr un efecto multiplicador en sus congéneres, así como la transformación de la sociedad , aplicando en todo momento los principios de responsabilidad social. En este contexto, es importante la labor de las oficinas y Programas de Seguimiento al Graduado, dado que esta inclusión no solamente debe limitarse a la incorporación de nuevas ingresantes a las carreras de pre grado, sino también en los postgrados, maestrías y doctorados.

Otro aspecto a tener en cuenta, es el desarrollo de indicadores concretos que nos permitan medir el impacto de nuestras iniciativas y hacer seguimiento de las mismas, mediante los cuales, podamos fundamentar y garantizar la sostenibilidad de los programas y proyectos con enfoque de género dentro de nuestras instituciones.

La desigualdad de oportunidades y la brecha de género es un problema real y actual, y desde la Responsabilidad Social Universitaria estamos llamados a responder y actuar, derrumbando prejuicios, fortaleciendo capacidades, fomentando la investigación e innovación con perspectiva de género, empoderando a nuestras y nuestros estudiantes, docentes, así como a niñas, niños y adolescentes de nuestra sociedad.

 







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.