Por Stakeholders

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Por: Dra. Rossana Taquía Gutiérrez
Directora Ejecutiva – Programa Nacional IMPULSA PERU del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE)


A puertas de llegar al Bicentenario de nuestro Perú, es necesario medirnos para evaluar cómo estamos llegando a este hito. Revisando la última Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), analizada en julio del 2018 por el MTPE, la DGPE y la Dirección de Investigación Socio Económico Laboral (DISEL), se advierte un tema recurrente en nuestro país: la informalidad laboral.

¿Cómo se presenta o no la informalidad laboral en el sector extractivo, constituido por el sector agricultura, ganadería, pesca y minería? Según la DISEL, el ratio para el sector extractivo es muy bajo. Al 2017, la informalidad era de 8,6 % en el sector extractivo y que a su vez está constituido por pequeñas empresas. Sin embargo, en la mirada de conocer los alcances de una industria minera moderna y responsable, que a pasos agigantados está virando cada vez más rápido a toda acción que la lleve a la sostenibilidad económica, ambiental y social, con el objetivo de su propia existencia, no cabe duda que uno de los temas relevantes  debe ser la labor de no permitir resquicio alguno que genere la informalidad laboral.

Dra. Rossana Taquía Gutiérrez – Directora Ejecutiva – Programa Nacional IMPULSA PERU del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE)

Ante la creciente demanda de perfiles ocupacionales por la empresa minera, que requiere tengan conocimiento de la tecnología, de industria 4.0, de empleos verdes, entre otros, ¿cómo se está enfrentando ello para que no caer en informalidad laboral, el desempleo o mayor migración laboral por estas causas? Sabemos que son varias, pero entendiendo que la informalidad representa toda situación en el que hay incumplimiento de alguna normativa positiva, ergo será informalidad laboral, cuando se produce en el ámbito de trabajadores sujetos a la regulación laboral; es decir, todos aquellos que laboran en relación de dependencia con un empleador (casi 50 % de la PEA ocupada).

La hoja resumen de la planilla electrónica del MTPE señala que entre enero del 2008 y diciembre del 2017, la participación de trabajadores formales con contratos a plazo fijo creció del 52,6 % al 65,9 %. Estos datos señalan que existe una demanda de trabajadores por adquirir competencias laborales y capacitaciones que estén en la línea del empleo verde y la industria 4.0, que les permita pasar las evaluaciones laborales, siendo la minería uno de los sectores más gravitantes, donde los sindicatos de trabajadores lo vienen manifestando, lo que consideramos sumamente urgente de atender para no caer en la informalidad laboral o la migración y/o el desempleo.

Por ende, resulta evidente la falta de mayor articulación entre el sector trabajo y el educativo, que permita la elaboración y crecimiento de un sistema de cualificaciones país, incorporando todos estos nuevos perfiles ocupacionales que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llama empleos del futuro o verdes, donde para certificar competencias laborales en minería, hoy solo tenemos cinco perfiles ocupacionales aprobados y donde solo hay una entidad certificadora acreditada en el país que los certifica.

Esta realidad puede explicar muchísimo la falta de personal certificado por una institución educativa a nombre de la nación en los perfiles básicos del sector minero. La empresa minera  junto con el Estado, debe organizar más mesas técnicas junto con trabajadores del sector para pensar juntos en esta minería del futuro, donde la innovación y las nuevas competencias que se exigen al colaborador valgan más que los títulos de antaño. La responsabilidad de la empresa minera es también responsabilidad del Estado, ambos deben encontrar respuestas sostenibles a un camino sin retorno, la minería digital y verde.

 







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