Por Stakeholders

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El programa de ayuda alimentaria “La Cocina de Todos”, que impulsan la Universidad San Ignacio de Loyola, la Municipalidad de Lima y la Beneficencia Metropolitana de Lima, atenderá también a la población nativa shipiba-coniba, que desde hace más de veinte años vive de manera precaria en la zona de Cantagallo, en el distrito del Rímac.

De esta manera, se eleva de 2,000 a 2,400 las raciones que diariamente prepara la Escuela de Chef de USIL para atender a las poblaciones vulnerables.

Como se sabe, en el 2016, esta población nativa sufrió un incendio que destruyó sus casas de madera, estera y cartón, originando que se retiren durante un tiempo. Sin embargo, hace cinco meses, ellos volvieron a instalarse en el terreno al no tener otro lugar dónde reubicarse.

La Municipalidad del Rímac viene atendiendo a la población con cisternas de agua potable y tras coordinar con la Municipalidad de Lima logró incorporar a esta población en el reparto de menús nutritivos que hoy se reparten a comedores y hospicios de ancianos.

El alcalde del Rímac, Pedro Rosario, destacó la iniciativa “La Cocina de Todos” y agradeció a las autoridades metropolitanas y educativas por acordarse de una población vulnerable como la shipiba-coniba, asentada en su distrito.

 

El dato:
Actualmente, Cantagallo cuenta con un proyecto aprobado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para construir módulos de vivienda que beneficiará a las 400 personas de la comunidad nativa shipiba-coniba que viven en dicho terreno.

 







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